Farfugium japonicum Aureomaculatum - Boina de vasco

El Farfugium japonicum 'Aureomaculatum' es una hermosa vivácea rizomatosa y persistente, adecuada para lugares sombríos y ambientes húmedos. Forma matas de grandes hojas lustrosas en forma de corazón, particularmente luminosas debido a las pequeñas manchas amarillas. En octubre produce racimos de flores similares a pequeñas margaritas amarillas erguidas sobre su hermoso follaje. Es una planta un poco delicada, de aspecto exótico, interesante para aportar un toque de exuberancia y color a las zonas húmedas del jardín, al borde de una charca, o incluso en una maceta grande.

El Farfugium japonicum, a veces llamado planta pantera en sus formas variegadas como 'Aureomaculatum', es originario de Japón, de zonas costeras que bordean los cursos de agua. Su rizoma subterráneo es poco invasivo. Se trata de una vivácea muy bonita en grandes matas un poco sueltas, altas y anchas de 60 cm en la edad adulta, que se extiende lentamente pero seguramente si las condiciones le son favorables. Lleva al final de largos pecíolos fuertes grandes hojas tomentosas durante su crecimiento, que se vuelven gruesas y lustrosas como el cuero al madurar, recordando un poco a las hojas de los nenúfares. Cada hoja mide de 10 a 30 cm de diámetro. Lucen un hermoso color verde con confetis dorados. A partir de octubre, los tallos florales se elevan sobre el follaje, llenos de algunos capítulos amarillos, anchos de 2 a 3 cm, agrupados en paniculas sueltas.

El Farfugium japonicum Aureomaculatum, poco conocido y poco difundido en nuestro país, sin embargo, es muy útil para aportar un toque exótico a las zonas sombrías, incluso hasta tarde en la temporada. No es invasivo y teme las temperaturas por debajo de -10°C. Como le encanta la humedad y detesta el sol, se puede plantar cerca de una charca, en un bosque húmedo. Se puede asociar con Galanthus, Sceaux de Salomon, ligulares, pero también con peonías ya bien establecidas. En un jardín japonés, bajo los árboles, la forma de las hojas, su follaje salpicado de gotas doradas, el brillo amarillo de las flores y el gris mate de las piedras formarán una combinación muy gráfica. Se cultiva muy bien en macetas para invernar en un invernadero frío, mientras que pasará la temporada cálida en una terraza sombreada.

Los japoneses consumen las hojas de primavera cocidas como verduras, así como los botones florales y las flores en tempura. También elaboran un licor con los botones florales y las flores.