Farfugium japonicum Crispata - Boina de vasco

El Farfugium japonicum Crispata (sin.Crispatum) es una forma rara, con follaje intensamente ondulado en los bordes, de una hermosa vivaz japonesa también conocida como Ligularia tussilagineum. Cercana a las ligulares, es una hermosa planta vivaz rizomatosa y persistente, que ama los lugares sombríos y los ambientes húmedos. Forma matas de grandes hojas redondas en forma de corazón, de un verde grisáceo brillante, bordeadas de ondulaciones que juegan admirablemente con la luz. Produce en el inicio del otoño racimos de flores similares a pequeñas margaritas amarillas erguidas con orgullo sobre su follaje. Es una planta un poco delicada, de aspecto exótico y precioso, muy buscada por los amantes de jardines japoneses y coleccionistas de plantas inusuales. Florecerá en las zonas húmedas del jardín, al borde de un estanque, o incluso en una maceta grande.

El Farfugium japonicum, a veces llamado planta pantera en sus formas abigarradas, es originario de Japón, de zonas costeras, bordeando los cursos de agua. Su rizoma subterráneo es poco invasivo. 'Crispata' es una variedad casi inencontrable en el comercio hortícola francés. Se trata de una hermosa vivaz en amplias matas un poco sueltas, de 50 cm de altura y 60 cm de ancho en la edad adulta, se extiende lentamente pero con seguridad si las condiciones le son favorables. Lleva al final de largos pecíolos sólidos grandes hojas, tomentosas y marrón-gris claro en su crecimiento, que se vuelven gruesas y brillantes como cuero en la madurez, evocando un poco a las hojas de los nenúfares. Cada hoja mide de 10 a 30 cm de diámetro, con bordes muy rizados. Lucen un hermoso color verde un poco grisáceo, con profundas venas más oscuras. A partir de octubre, las varas florales se elevan sobre el follaje, adornadas con algunos capítulos amarillos, de 2 a 3 cm de ancho, agrupados en paniculas sueltas.

El Farfugium japonicum Crispata, casi inencontrable en nuestro país, es sin embargo una planta particularmente ornamental para las zonas sombrías, hasta avanzada la temporada. No es invasivo y teme las temperaturas por debajo de -10°C. Como adora la humedad y detesta el sol, se puede plantar cerca de un estanque, en un bosque húmedo. Se puede asociar con Galanthus, Sceaux de Salomon, ligulares, pero también con peonías ya bien establecidas. En un jardín japonés, bajo los árboles, la exuberancia y el brillo de las hojas todas onduladas, el resplandor amarillo de las flores y el gris mate de las piedras formarán un conjunto muy gráfico. También se cultiva muy bien en macetas para invernar en un invernadero frío, mientras pasa la hermosa temporada en una terraza sombría.

Los japoneses consumen las hojas de primavera como verduras cocidas, así como los botones florales y las flores en buñuelos (tempura). También elaboran un licor con los botones florales y las flores.