Libertia peregrinans

La Libertia peregrinans, a veces llamada Lirio africano, es una hermosa planta vivácea que se asemeja a una gramínea, que se distingue por un follaje pintado de un asombroso color bronce a anaranjado, tan característico de muchas plantas originarias de estas regiones. Este hermoso tono se acentúa especialmente en otoño e invierno. También es interesante por su delicada floración blanca en verano, llevada por tallos delgados sumergidos en el follaje. De cultivo fácil, es resistente hasta -8°C. Esta planta se plantará idealmente en suelo fresco pero drenado, en una exposición soleada. Esta especie se cultiva muy bien en macetas, donde tiene un gran efecto.

La Libertia peregrinans es una especie botánica originaria de Nueva Zelanda que pertenece a la familia de las Iridáceas. Esta vivaz se desarrolla lateralmente a través de largos rizomas ramificados que dan lugar a matas dispersas, lo que eventualmente le permite formar amplios tapices, de 40 a 50 cm de altura. Su crecimiento es moderadamente rápido.
La Libertia forma una mata densa, rígida, ligeramente expandida en todas direcciones. La planta desarrolla un follaje persistente, compuesto por hojas rígidas, lineales, de 30 a 60 cm de largo y 0,3 a 1,5 cm de ancho, de color verde oliva, con una vena mediana muy marcada de color naranja intenso. Adquieren un tono amarillo anaranjado a bronce bajo el sol y también en otoño e invierno. A finales de primavera y principios de verano (junio-julio) aparecen entre las hojas tallos cortos de 30 cm de altura, delgados, de color bronce verdoso, que llevan paniculas de 3 a 6 flores de 1,5 a 2 cm de diámetro, con tres pétalos blancos envainados en una bráctea. El centro de la corola está lleno de estambres amarillos con anteras de color marrón anaranjado.

La Libertia peregrinans es una especie resistente a la sequía, pero mucho más cómoda en un clima oceánico suave; tiene éxito en Bretaña, pero se planta poco en el sur. Requiere una exposición soleada para florecer y tomar un color anaranjado, pero no teme a los vientos salinos. Realmente atractiva en muchos aspectos, a la vez opulenta y vertical, es magnífica en jardines de agua, de inspiración salvaje o incluso asiática por sus formas depuradas, y destaca tanto en un camino como en las orillas de un estanque, adornando un macizo o una rocalla con sus antorchas coloridas. Combina bien con los Sisyrinchium, el Chispa Crocosmia crocosmiiflora Emily McKenzie, los Liatris, los lirios africanos, o incluso el Calamagrostis x acutiflora 'Karl Foerster'. Esta vivaz también será muy apreciada en macetas, en la terraza o el balcón.