Matricaria tchihatchewii

La Matricaria tchihatchewii, también conocida como Artemisa blanca tapizante o también manzanilla rastrera, es una planta vivaz a menudo utilizada como cubresuelos o como alternativa al césped en pequeñas superficies poco pisoteadas. Rápidamente forma un tapiz espeso, de aspecto rizado y de un verde fresco, decorativo en invierno, que se adorna con numerosas margaritas blancas desde la primavera hasta principios del verano. Utilizada como sustituto del césped, esta artemisa blanca requiere deshierbe manual regular y riegos más o menos frecuentes en verano según las regiones. También se puede plantar en una rocalla, en una ladera o en bordes de camino, por ejemplo.

La Matricaria tchihatchewii pertenece a la familia de las asteráceas, al igual que las margaritas y las manzanillas. Esta especie, resistente hasta -15 °C como mínimo, es originaria de las estepas rocosas de Asia Menor y del entorno mediterráneo (desde el Cáucaso hasta el este de Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Jordania, Irak). Es una planta vivaz con tallos radicantes, es decir, capaces de enraizarse en los nudos. Su crecimiento es bastante rápido. La vegetación forma un tapiz de 3 a 5 cm de altura y se extiende lateralmente al menos 50 cm. Las hojas persisten en invierno, pero pueden volverse caducas en verano si el suelo está muy seco: la planta reverdecerá con las primeras lluvias de otoño. Las hojas son muy finamente divididas y aromáticas al ser aplastadas. La floración ocurre de abril a mayo hasta julio, siendo más temprana y a menudo más corta en regiones meridionales. Las flores se organizan en pequeños capítulos blancos con centro amarillo de aproximadamente 2 cm de diámetro. Se producen en abundancia por encima del follaje.

Plante la artemisa blanca tapizante en un pequeño espacio poco pisoteado y de fácil acceso si va a reemplazar al césped. Esta planta soporta bien un pisoteo ligero y solo se siega después de la floración. En este uso, se puede asociar con otras vivaces tapizantes igualmente vigorosas: la Achillea crithmifolia, la Lippia, la Zoysia tenuifolia, la Falkia repens o incluso el Dichondra repens. También se puede plantar al pie de arbustos y setos, en la parte superior de muros, en una rocalla por supuesto, pero también en el borde de una escalera, acompañada de la Erigeron karvinskianus, tomillos o artemisas enanas, por ejemplo. También se combina muy bien en una ladera con vivaces y arbustos de terreno seco (lavandas, jaras, romeros, retamas, Cerastostigma, valerianas) que emergerán de su tapiz.