Physalis alkekengi - Linterna china

Physalis alkekengi var franchetii, más conocida como Linterna china o Amor en cage, es una perenne herbácea vigorosa, con un temperamento conquistador y una fructificación realmente original. Su floración, insignificante, recuerda su parentesco con los tomates o las patatas. Luego exhibe a lo largo de sus tallos florales calices aéreos que evocan linternas japonesas, pasando del verde claro a un naranja muy vivo desde finales de verano, persistiendo durante todo el otoño, reteniendo la luz. Esta planta acostumbrada a los viejos jardines se sentirá a gusto en todo tipo de suelos, en una exposición muy soleada. Su exuberancia es una verdadera ventaja para los grandes espacios un poco salvajes o los jardines sin jardineros, pero debe ser contenida, o de lo contrario se volverá invasiva. Sus 'flores' naranjas son en realidad la envoltura de sus frutos, siendo de una gran belleza en ramos secos.

Physalis alkekengi var franchetii pertenece a la familia de las Solanaceae, lo que se hace evidente al observar su modesta floración. Esta perenne es originaria del sur de Europa, del área mediterránea, pero también es espontánea en la India, Japón y África. Se desarrolla a partir de un rizoma rastrero, presentando un porte en mata densamente frondosa de 60 cm de altura, con una extensión mínima de 60 cm. Esta planta coloniza rápidamente el espacio que se le asigna. La floración estival es muy discreta, en julio-agosto, en forma de pequeñas flores cremosas con un centro amarillo distribuidas a lo largo de los tallos florales. El fruto redondo se desarrolla al mismo tiempo que las brácteas que lo rodean. Estas últimas forman una envoltura cerrada, cordiforme, color pergamino, primero verde claro y luego naranja brillante, midiendo 4 cm de ancho por 5 cm de largo. El physalis presenta hojas estrechas de un verde intenso, enteras, onduladas, de 8 cm de largo, cordiformes y fuertemente acanaladas.

La Linterna china es una planta perfecta para decorar los lugares un poco difíciles del jardín. Su vigor y rusticidad, su capacidad de adaptación a suelos mediocres la convierten en una buena elección para embellecer grandes taludes, junto a plantas igualmente resistentes: tanaceto, Stachys lanata, Cerastium tomentosum, santolinas, aquilegias, nigelas de Damasco, o gramíneas como Stipa tenuifolia o Phalaris arundinacea que realzarán su belleza. Colocada en los bordillos de entrada o junto a una valla de hormigón, se limitará el desarrollo de sus rizomas. En un clima seco y cálido, su crecimiento también se verá limitado. Por último, esta planta utilizada desde hace mucho tiempo en los jardines ofrece ramos de tallos cubiertos de magníficas linternas, cuyo naranja no se desvanece, en ramos secos. Además, se pueden consumir los frutos bien maduros, en pequeñas cantidades ya que tienen propiedades laxantes, en ensaladas de frutas.

El physalis también es una planta medicinal que se utiliza para tratar reumatismos, tos, etc...