Pratia angulata

La Pratia angulata es un encantador cubresuelos con follaje verde claro y floración primaveral blanca, con vetas de púrpura. En otoño, una fructificación violeta anunciará la llegada del invierno. Excelente para crear juegos de volumen o para cubrir parcialmente caminos, colonizará rápidamente su jardín.

Originaria de Nueva Zelanda, la Pratia angulata es un perfecto cubresuelos de porte rastrero que alcanza los 5 cm de altura con 50 cm de envergadura. Su follaje persistente está compuesto por pequeñas hojas de 5 a 10 mm de largo, de color verde claro y de forma ovalada que recuerda a gotas de agua. Durante los meses de mayo a junio, pequeñas flores estrelladas, con pétalos blancos veteados de púrpura, le darán a la planta un aspecto tomentoso. Una vez finalizada la floración, aparecen pequeños frutos ovoides violetas que prolongan el interés decorativo de la Pratia.

Esta vivaz no es para nada caprichosa ya que se desenvuelve maravillosamente bien en nuestros climas continentales.

Vigorosa y de fácil cultivo, se mostrará invasiva si no se la controla. Le gustan las exposiciones de sombra y semi-sombra, pero también tolera muy bien el pleno sol. Prefiere suelos húmedos, ordinarios y húmedos, pero resiste muy bien a una sequía temporal.

En el jardín, se puede utilizar como cubresuelos de sotobosque donde también se puede usar para decorar escaleras, pavimentos o rocallas. Se le pueden asociar plantas como la consuelda o musgos. Le recomendamos combinarlo en exuberantes mantos ya sea con vivaces de sombra para crear una escenografía contemporánea, depurada con un espíritu japonés: cola de caballo en el fondo animada por helechos y algunas plantas de las hadas, o con vivaces de pleno sol para vestir un camino de jardín inglés, más salvaje y romántico: rosales silvestres y trepadores sobre tutores de castaño, luego matas de gramíneas intercaladas con escabiosas, salvias y equináceas adornadas con algunos pies de verbenas.