Tomillo - Thymus pseudolanuginosus

El Thymus pseudolanuginosus, también conocido como tomillo lanoso, es un encantador tomillo ornamental rastrero que con el tiempo forma extensas alfombras de aspecto lanoso, tan suaves a la vista como al tacto. Escasos ramos de flores rosadas pálidas adornan su hermosa vegetación aromática a finales de primavera o principios de verano. De muy bajo mantenimiento, uniforme y muy cubriente, es magnífico en una rocalla, adaptándose a sus relieves. También puede ser utilizado en los intersticios de pavimentos o para cubrir muros, siempre a pleno sol y en suelos muy bien drenados, incluso secos en verano.

El Thymus pseudolanuginosus, como todos los tomillos, pertenece a la familia de las Lamiáceas o Labiadas. El origen del tomillo lanoso es incierto y ha sido motivo de debate entre especialistas: posiblemente sea un híbrido entre las especies Thymus praecox y T.serpyllum, aunque algunos botánicos lo consideran como una especie independiente. Soporta perfectamente el suelo calcáreo y tolerará la sequía estival una vez bien enraizado. En suelo drenado, es una planta perfectamente resistente.

Esta subarbusto vivaz y rastrero forma una densa alfombra de tallos cuadrangulares y muy vellosos, rastreros, muy ramificados, poco lignificados en la base, que se enraízan fácilmente al contacto con el suelo. Con una altura de 5 a 10 cm, el tomillo lanoso se extiende bastante rápidamente sobre 60 cm a 1 m. Las hojas pequeñas redondeadas que persisten incluso en invierno están apretadas en los tallos secundarios muy cortos. Están cubiertas de numerosos pelos cortos y sedosos, de color blanco, que le confieren su aspecto lanoso y su color gris verdoso al follaje. Esta vegetación lanuda también desprende un aroma muy agradable al tacto y al fruncir. Las pequeñas flores de un rosa lavanda pálido aparecen esporádicamente en junio (de mayo a julio según las regiones), agrupadas en cabezas, aunque a veces el tomillo lanoso no florece en absoluto. Sus flores son muy visitadas por las abejas.

El tomillo lanoso es más cultivado por la belleza de su follaje que por su floración, mereciendo un lugar destacado en un lugar cálido y seco en la rocalla. Es un cubresuelos perfecto al pie de arbustos podados en topiario. También se puede plantar en una maceta o sobre un muro, donde caerá en mantos de terciopelo. Algunos jardineros lo utilizan para reemplazar el césped en zonas poco transitadas, en taludes o alrededor de pasos japoneses para suavizar los relieves. También es una planta adecuada para techos verdes. Combina el Thymus pseudolanuginosus con sedums, siemprevivas, erodiums, erigerons u oréganos, por ejemplo.