Acoro gramineus Hakuro Nishiki

El Acorus gramineus Hakuro Nishiki es una variedad de Acoro enano con follaje luminoso, ideal para iluminar las zonas oscuras. Forma un manojo en abanico compuesto por un follaje fino y elegante, brillante, jaspeado de verde y amarillo, con aspecto dorado. Semiacuático, a menudo utilizado para ornamentar los alrededores de puntos de agua, esta vivaz semipersistente, similar a una gramínea, ofrece un follaje denso, decorativo la mayor parte del año. Puede cultivarse en suelo húmedo o con la base sumergida bajo 10 a 15 cm de agua. El acoro es perfecto para estabilizar las orillas y embellecer los pequeños estanques.

El Acorus gramineus Hakuro Nishiki es una planta de la familia de las Acoráceas. Su ancestro silvestre es originario de Japón, Corea y el este de Asia. De la base débilmente extendida emergen hojas que recuerdan a las del iris, pero más estrechas, coriáceas, gruesas, brillantes, con reflejos dorados. Es aromático al ser aplastado y desprende un agradable aroma más bien anisado con un toque de regaliz. Los rizomas, utilizados en la medicina tradicional japonesa, también son perfumados: su olor recuerda más claramente al del regaliz. Esta planta vivaz, de crecimiento lento, no es invasiva. Hakuro Nishiki es una variedad bastante rústica, forma un manojo extendido de 10 a 15 cm de altura por 20 cm de ancho. Las flores verdosas son casi invisibles, se reúnen en un pequeño espádice corto y aparecen a principios del verano.

Este Acoro japonés combina perfectamente con los lirios japoneses, las primaveras asiáticas o los lirios de agua en las orillas de un estanque. De igual manera, también se puede plantar en una maceta o en un jardín con un suelo particularmente pesado y húmedo. Hemos instalado una variedad de Acorus gramineus jaspeado en uno de nuestros estanques donde su follaje semipersistente es muy útil, ya que hay que reconocer que la mayoría de las plantas de las orillas desaparecen en invierno. El Acorus gramineus se considera no muy rústico, pero lleva más de 20 años en el exterior y no sufre por el frío. En regiones con inviernos fríos como en el noreste de Francia, será preferible invernarlo en un invernadero frío o en un lugar aireado y luminoso, protegido del hielo, manteniendo la tierra siempre húmeda.