Acoro gramineus Licorice

El Acorus gramineus 'Licorice' es una variedad de Acoro o Acoro japonés particularmente aromática, utilizada en la cocina asiática o para aromatizar todo tipo de bebidas y postres. Esta planta vivaz poco rústica, similar a una gramínea, forma un manojo de finas hojas lustrosas de un verde luminoso que no pasa desapercibido. Este follaje desprende un sorprendente aroma a anís con un toque de regaliz, mientras que la raíz puede reemplazar al jengibre. Una planta, ornamental, condimentaria y medicinal, ideal para decorar los pequeños estanques, las orillas de los puntos de agua, las cascadas y los arroyos !  

El Acorus gramineus Licorice es una planta de la familia de las Acoráceas. Su ancestro silvestre es originario de Japón, Corea y el este de Asia. De la cepa débilmente rastrera brotan hojas que recuerdan a las del iris, pero más estrechas, coriáceas, gruesas, brillantes, de un hermoso verde claro. Es aromática al ser aplastada y desprende un bello aroma más bien anisado con un toque de regaliz. Los rizomas, utilizados en la medicina tradicional japonesa, también son perfumados : su olor recuerda más claramente al del regaliz. Esta planta vivaz, de crecimiento lento, no es invasiva. Al alcanzar la madurez, formará un manojo de 30-40 cm en todos los sentidos. Las flores verdosas son casi invisibles, se reúnen en un pequeño espádice corto y aparecen al principio del verano. La rusticidad de esta variedad se estima en -8/-10 °C, según algunas fuentes.

Este Acoro japonés Licorice forma en pocos años un amplio manojo, que acompaña maravillosamente a los lirios japoneses, las primaveras asiáticas o los lirios de agua en los bordes de un charca. De igual manera, también se puede plantar en una jardinera o en un jardín con un suelo particularmente pesado y húmedo.

Hemos instalado una variedad de Acorus gramineus variegado en uno de nuestros estanques donde su follaje semi-persistente es muy útil, ya que hay que reconocer que la mayoría de las plantas de ribera desaparecen en invierno. El Acorus gramineus se considera no rústico, pero lleva más de 20 años en el exterior y no sufre el frío. En las regiones con inviernos fríos como en el noreste de Francia, será preferible invernarlo en un invernadero frío o en un local ventilado y luminoso, protegido del frío, manteniendo la tierra siempre húmeda.