Agave titanota

El Maguey titanota es notable por la diversidad de formas en las que se presenta: ¡no hay dos sujetos idénticos! Es una planta suculenta vivaz de tamaño mediano con una roseta solitaria compacta, particularmente abierta compuesta por hojas imponentes, planas, más o menos lanceoladas y cuyo color varía de verde claro a glauco y luego a gris. Su margen coloreada con sus espinas laterales curvadas son bastante marcadas, tiñéndose de avellana y luego de color pergamino al secarse en la madurez. De hecho, el margen puede ser entero o profundamente dentado y sus espinas pueden ser más o menos numerosas, grandes, curvadas y retorcidas. Esta vivaz resistente hasta -5 °C soporta maravillosamente bien la sequía y el intenso calor. Úsala para plantar en una . 

Originaria de Oaxaca en el centro de México, la Maguey titanota es sobre todo una planta suculenta vivaz perfectamente adaptada a las altas temperaturas que suele crecer en pendientes escarpadas y bordes rocosos. Pertenece a la familia de las agaváceas, al igual que los Yucas o la Tuberosa. Esta planta suculenta herbácea posee rizomas capaces de producir pocos chupones, pero casi carece de tallo aéreo, presentándose en forma de un tronco único extremadamente corto. La roseta, pequeña y compacta, muy abierta cuando la planta está a pleno sol, será más compacta en un sujeto expuesto a media sombra. No superará los 70 cm en todas direcciones, con un crecimiento bastante lento. Está compuesta por hojas suculentas, largas de 60 cm y anchas de 12 cm, masivas, planas, lanceoladas, con márgenes y espinas laterales de forma, tamaño y densidad variables, primero avellana antes de secarse y volverse blanquecina como pergamino. La espina terminal de las hojas es muy grande, de 3 a 4 cm de largo. Cuando una roseta alcanza la venerable edad de 15 a 20 años, e incluso más, produce un tallo floral que alcanza de 3 a 6 m de altura. Lleva numerosas ramificaciones horizontales. Las ramificaciones tienen panículas aplanadas y esféricas, compuestas por una miríada de pequeñas flores tubulares amarillas. La roseta, calificada como monocárpica, muere después de la floración que dura varios meses, habiendo producido numerosas pequeñas rosetas periféricas para asegurar su perpetuidad.

En climas suaves, especialmente a lo largo del Mediterráneo, este maguey encontrará su lugar en un gran rocalla, una pendiente árida o en un lecho elevado cuya tierra haya sido enriquecida con gravilla o arena gruesa. Se puede asociar con tunillas muy resistentes al frío como la T. humifusa Millevaches, con la gran fétida, con cactus candelabro bastante rústicos (Cleistocactus strausii, Cylindropuntia imbricata) y con plantas tapizantes como las Artemisa blanca enana, Rhodanthemum, Ajania pacifia, todas igualmente frugales. Los jardineros de regiones más frías lo instalarán en una maceta muy grande en la terraza, eligiendo cuidadosamente el lugar más resguardado, y a pleno sol, para recrear un paisaje inspirado en los grandes espacios áridos y salvajes de México. Esta planta moderadamente resistente pasará el invierno en un lugar muy luminoso y aireado, en nuestras regiones más húmedas y frías.