Aquilegia sibirica

La Aquilegia sibirica, también conocida como Agucó siberiano, es una especie silvestre rara en cultivo, que florece en las montañas de Asia templada, cerca de cursos de agua. A finales de primavera y verano, muestra flores bicolor, de un azul malva de porcelana, con toques de blanco y amarillo muy pálido, ligeramente inclinadas. Los tallos florales delgados emergen de un bonito manojo de follaje cortado gris-verde. Es una planta vivaz muy resistente, adaptada a las rocallas alpinas.

La Aquilegia sibirica es una planta vivaz de la familia de las ranunculáceas. Su área de distribución va desde Kazajistán hasta Siberia, Mongolia y oeste de China. En la naturaleza, se encuentra entre 1600 y 2000 m de altitud, en las orillas de arroyos. Sus exigencias de cultivo son claras: le gustan los climas de montaña, detesta el calor extremo y prefiere suelos un poco húmedos pero bien drenados. Es una planta vivaz rizomatosa que forma matas de aproximadamente 40 cm de altura. El follaje emerge en primavera. Las hojas son biternadas, compuestas por 3 foliolos en forma de riñón, de hasta 5 cm de ancho, con el envés pubescente. La floración ocurre de junio a julio, a veces un poco antes dependiendo del clima. Las flores de 4 cm de diámetro se componen de pétalos azules lavados de blanco y bordeados de amarillo pálido, y sépalos azul malva con cortos espolones, curvados en la base. Se agrupan de 2 a 4 en cima terminal en tallos florales erectos. La vegetación aérea, caduca, desaparece en invierno.

Esta agucó siberiano deleitará a los coleccionistas de plantas alpinas y a los amantes de especies botánicas raras. A pesar de su excelente rusticidad, esta Aquilegia quizás no sea la más fácil de cultivar: se necesita suficiente humedad desde la primavera hasta principios del verano, pero el suelo debe estar más seco desde finales del verano hasta el otoño. Su cepa también teme los suelos congelados y encharcados en invierno. En una rocalla fresca pero bastante soleada, se puede cultivar con otras plantas alpinas, como la genciana alpina o la flor de las nieves, por ejemplo.