Alchemilla caucasica - Alquemila

La Alchemilla caucasica, o alquemila del Cáucaso, es una planta vivaz tapizante compacta, fácil de cultivar. Presenta un porte denso y tupido, en un cojín bajo de aproximadamente 30 cm en todas direcciones. Sus bonitas hojas redondas, suaves y dentadas, con un fuerte poder repelente, desaparecen de mayo a agosto bajo abundantes racimos de pequeñas flores amarillo verdosas, de aspecto muy ligero. Esta planta silvestre, ornamental y medicinal, tiene su lugar en todos los jardines, incluso los más pequeños. Estará en su mejor momento en media sombra, en un suelo humífero, preferiblemente fresco.

La Alchemilla caucasica es una planta herbácea vivaz de la familia de las rosáceas, originaria de Europa central, en particular de las montañas del Cáucaso y de los Balcanes. Forma un cojín tapizante de 30 cm de altura en flor. Su follaje es notable, salpicado de gotas de rocío por la mañana, y muy suave al tacto. Sus hojas son casi circulares, con el borde dentado en pequeñas sierras. Su color es verde claro en ambas caras. Están divididas en 7 a 12 lóbulos poco profundos, y se insertan en tallos verde claro teñidos de rojizo, más o menos vellosos. Las flores aparecen de mayo a octubre, en forma de diminutas flores reunidas en cimas corimbiformes difusas (una especie de racimos nubosos), de color amarillo verdoso, ligeras y muy brillantes. Esta vivaz es un resistente cubresuelos que se extiende lentamente y a veces se auto siembra en el jardín. La planta suele ser totalmente caducifolia en invierno.

En la naturaleza, la alquemila crece cerca de bosques, en prados húmedos, desde las llanuras del norte hasta las regiones alpinas de todas las montañas de Francia. En el jardín, cubrirá el suelo, a plena luz tamizada o en media sombra, armonizando su floración verde amarillenta con las hermosas rosas inglesas o antiguas, así como con los majestuosos lirios. Esta planta no tiene rival para suavizar el trazado de un pasillo recién hecho y ocultar la tierra desnuda alrededor de las construcciones recientes. Esta planta acepta crecer en poco suelo, siempre que se mantenga fresco, lo que permite colocarla en las juntas de un pavimento, en los intersticios de los muros con ruinas romanas, en los escalones de una escalera. Sus flores verde manzana se utilizan en ramos frescos o secos.

Etimología: el nombre Alquemila proviene del árabe al-kemelih, relacionado con la alquimia. Las gotas de rocío recogidas en las hojas componían la famosa 'agua celestial', utilizada por los alquimistas para preparar la piedra filosofal.