Aloe squarrosa

El Aloe squarrosa es un áloe rastrero raro, a menudo confundido con A. jucunda. Esta planta suculenta forma un macollamiento fuertemente ramificado, con largos tallos de aproximadamente 30 cm de largo al principio erectos y luego postrados, que llevan cabezas pequeñas y numerosas con hojas dispuestas en una roseta muy suelta. Su follaje triangular es corto, carnoso, verde brillante fuertemente manchado de blanco en el reverso y provisto de aguijones blancos, curvos y poco rígidos. Produce finas y cortas varas de espigas de flores tubulares escarlatas en primavera. Esta especie resistente prefiere la semisombra y suelos drenados, algo gruesos y secos. Su porte rastrero o incluso colgante llenaría con elegancia sus rocallas y taludes secos. 

El Aloe squarrosa es una especie botánica de la familia de las Asphodelaceae, nativa de la isla de Socotra en Yemen, donde crece en mesetas calcáreas del noroeste y en acantilados abruptos del noreste. Se trata de una planta suculenta perenne bastante rara, de porte tupido, fuertemente ramificado, que alcanza aproximadamente los 30 cm en todas direcciones. Su crecimiento es bastante rápido, alcanzando su tamaño adulto en 5-6 años. Forma numerosos tallos delgados y largos de aproximadamente 40 cm de largo y 3 cm de diámetro, al principio erectos y luego rastreros. Las partes más antiguas en la base del macollamiento se secan y desnudan con el tiempo. Sus hojas verdes brillantes son cortas, triangulares, gruesas, carnosas, dobladas hacia atrás y fuertemente manchadas de blanco en el reverso. El lado interior está provisto de algunas manchas blancas en relieve. Sus márgenes están equipados con grandes aguijones curvos blancos, flexibles pero ásperos al tacto. A principios de primavera, dependiendo del clima y los años, surge del centro de las rosetas maduras un tallo floral corto y delgado que lleva una espiga de 6 cm de largo de flores tubulares colgantes escarlatas.

El Aloe squarrosa se cultiva muy bien en macetas profundas para decorar la terraza o el balcón, cuidando de eliminar las rosetas que se vuelven demasiado numerosas en comparación con el espacio disponible. También prosperará en el suelo en climas mediterráneos, o en las costas protegidas del Atlántico, en un macizo, una rocalla o en un talud bien drenado. Es resistente a aproximadamente 0°C en suelos secos. Plante este áloe en un terreno inclinado o rocoso bien drenado, o incluso en muros de piedra seca. En otros lugares, se puede colocar en una maceta más ancha que alta para disfrutar de su encanto tan particular. Por ejemplo, se puede asociar con pequeños magueyes. Se pueden plantar a sus pies plantas cubresuelos de la misma naturaleza frugal: Oenotheras, Osteospermums, Felicias, Delospermas que llenarán el espacio con su floración y follaje persistente y ocultarán el vacío dejado por una planta muerta.