Anemone Slot der Nisse

La Anémona hupehensis var. japonica 'Slot der Nisse' es una  gran variedad híbrida de anémona del Japón  con flores rosas muy pálidas, muy delicadas. Portadas por una planta robusta en la cima de tallos delgados pero sólidos, florecen desde finales del verano hasta el otoño. La elegancia de esta planta no tiene igual que su nivel de floración, que llenará de alegría a los amantes de las flores vivaces y adornará el jardín con sus flores deliciosas, incluso a la sombra o en un bosque. Se debe plantar en suelo fresco, húmedo, no demasiado calcáreo.

La anémona del Japón Slot der Nisse es una vivaz particularmente florífera perteneciente a la familia de las ranunculáceas. Probablemente surgida del cruce entre Anemone vitifolia, de origen himalayo, y Anemone hupehensis, nativa del centro y oeste de China, esta variedad muy alta alcanzará 1,20 m a 1,50 m de altura según la riqueza del suelo que la acoja, con un diámetro de 60 cm. Como las otras Anémonas Japónicas, es una planta vivaz con 'tubérculos' fibrosos que forman amplias matas vigorosas y redondeadas. El follaje es caduco a semipersistente según el clima, muy recortado, verde oscuro, fuertemente nervurado en el reverso, y más o menos pubescente. La floración ocurre de agosto-septiembre a noviembre. Las flores son solitarias, portadas por tallos sólidos, delgados y rectos. Se presentan primero como deliciosos botones ovales y peludos, rosados, para luego abrirse en copas simples y abiertas, un poco sueltas, ligeramente cóncavas. Su tonalidad es un rosa en polvo, muy pálido, alrededor de una amplia corona de estambres amarillo anaranjados. Las anémonas del Japón pueden vivir decenas de años en el mismo lugar.

La anémona del Japón es una de las flores más bonitas del otoño. Ligera y graciosa, se balancea suavemente al viento, indiferente a los primeros fríos. Decora el jardín o las grandes macetas colocadas en la terraza desde finales del verano hasta las primeras heladas. Perfecta en el fondo de un macizo para las más grandes, combina su floración elegante con la gracia de los Aster cordifolius, o Aster laevis, y el encanto nostálgico de los crisantemos vivaces. La variedad Pamina es perfecta en el centro o en el borde de un macizo, frente a un seto de hortensias y de evónimos. Por último, el follaje finamente recortado de las anémonas ofrece a los ramos de flores una hermosa nota verde oscuro. A veces invasiva si se encuentra a gusto, se siembra de manera natural con facilidad. Es bastante sencillo limitar su desarrollo.

Varias decenas de especies vivaces o bulbosas con necesidades y comportamientos muy diferentes componen este género. Estas "hijas del aire" están todas dotadas de esa conmovedora sencillez que les otorga su encanto y las hace imprescindibles en un jardín. Los cultivares derivados de A. h. var. japonica tienen muchos más pétalos que el tipo.