Arabis ferdinandi-coburgii

El Arabis ferdinandi-coburgii, también conocido como Arabette, es una de esas pequeñas plantas de jardín rocoso fáciles y gratificantes que se conocen como 'cestas de plata'. Es una planta vivaz de rocalla por excelencia, una pequeña planta rastrera muy resistente, que prospera muy bien en un bolsillo de tierra entre las rocas. Forma bonitos cojines generalmente persistentes en invierno y ofrece en primavera ramos de pequeñas flores blancas. 

El Arabis ferdinandi-coburgii (sinónimo Arabis procurrens) pertenece a la familia de las brasicáceas (anteriormente crucíferas). Es una especie botánica originaria de las montañas del sureste de Europa, en particular de los Balcanes y los Cárpatos. Muy resistente al frío, poco exigente en agua, esta arabette tolera perfectamente los sustratos calcáreos. Tiene el mismo modo de vegetación que el Arabis caucasica con hojas glabras más pequeñas y porte más bajo. Es una vivaz de raíces estoloníferas y rastrera, en forma de mata densa y redondeada de 20 cm de diámetro, que se expande poco con el tiempo. En flor, alcanza aproximadamente 20 cm de altura. La floración se produce de abril a junio, según el clima. Las flores blancas de cuatro pétalos, sostenidas por numerosos pedúnculos, aparecen en pequeños racimos erguidos de 3 a 8 cm de largo, sobre un foliaje verde oscuro. Sus pequeñas hojas oblongas, estrechas, espátuladas, más o menos lisas y lustrosas, forman un pequeño cojín de rosetas. El follaje persiste en invierno, excepto en las regiones más frías.  

De fácil cultivo en un suelo bien drenado, la Arabette se conforma con un suelo ordinario. Asociada a la piedra, al sol, es donde da el mejor resultado, como plantas cubresuelos, en bordes de césped, en un empedrado florido, coronando un muro, o en una ladera pedregosa. Para combinar con otras  plantas de jardín rocoso como Alyssum, Iberis, Flox musgoso o Aubriete, o con plantas bulbosas.