Asarum epigynum Takasago Saishin

El Asarum epigynum 'Takasago Saishin' es una variedad de Jengibre salvaje muy ornamental, rara en cultivo, pero bastante fácil de aclimatar en las zonas frescas y sombrías del jardín. A largo plazo, forma un espléndido cubresuelos persistente, muy denso, compuesto por hojas lustrosas en forma de flecha, fuertemente jaspeadas de gris plateado sobre fondo verde. Su floración primaveral, en pequeñas flores marrón púrpura moteadas de blanco, a menudo queda oculta bajo el follaje. Esta vivaz muy resistente es valiosa para vegetar de la manera más hermosa los sotobosques claros, en suelo fresco.

El Asarum epigynum 'Takasago Saishin' proviene de una especie botánica taiwanesa. Todos los jengibres salvajes pertenecen a la familia de las Aristolochiaceae, son primos rastreros de las aristolochias trepadoras, con las que comparten una floración inusual. Este Jengibre salvaje es una planta vivaz que lentamente forma un tapiz de 15 cm de altura y se extiende gracias a sus raíces rizomatosas. Sus hojas, persistentes, recuerdan un poco a las de los ciclámenes. Son en forma de corazón alargado, de 4 a 9 cm de largo y de 2,5 a 6,5 cm de ancho, dispuestas en pares, en mechones cerca del suelo. Completamente jaspeadas de gris a blanco plateado sobre un fondo verde más o menos vivo u oscuro y grisáceo, su epidermis refleja suavemente la luz. Entre marzo y abril aparecen flores solitarias de 2 cm a 2,5 cm de largo, en tubos muy abiertos, al ras del suelo, un poco escondidas bajo las hojas. Son de color marrón púrpura oscuro, moteadas de amarillo crema a blanco.

Superando apenas los 15 cm de altura, densamente pegado al suelo, el Jengibre salvaje 'Takasago Saishin' será un excelente cubresuelos en sotobosques. Su follaje jaspeado viste con elegancia la base de los árboles y arbustos. Apreciará las exposiciones sombrías y los suelos húmedos y frescos en verano, y se combinará maravillosamente con otras vivaces de sombra, como las Sanguinaria, Achimenes, Syneilesis y Rohdea, o helechos. Es una planta resistente, y su follaje se mantendrá persistente incluso a temperaturas muy bajas, especialmente bajo un grueso manto de nieve. Se puede adoptar fácilmente en macetas para poder admirarla de cerca y vigilar de cerca los ataques de los gasterópodos.