Aster radula

El Aster radula es un aster silvestre originario del este de Quebec, una especie de la flora subártica extendida hasta la cordillera de los Apalaches en América del Norte, y por lo tanto de una rusticidad ejemplar. Si esta planta no es espectacular, florece con generosidad, a finales de junio, en forma de pequeños capítulos azules o blancos con corazón amarillo dorado. Propagándose por rizomas, forma matas ligeras, vestidas de un follaje pubescente libre de enfermedades. Fácil de cultivar al sol en un suelo ordinario o incluso mediocre, aquí tienes otra planta para jardines salvajes o de montaña.

El Aster radula, también llamado Eurybia radula o Aster rude, pertenece a la familia de Asteraceae. En la naturaleza, se encuentra más bien en lugares húmedos y en suelos muy ácidos, incluso turberos. En cultivo, esta especie muestra una gran tolerancia, aceptando muy bien condiciones de cultivo bastante alejadas de su biotopo de origen. Esta vivaz de raíces rizomatosas muestra, a partir de la primavera, un porte en mata flexible, frondosa, formada por tallos foliados que emergen de un follaje basal. Alcanzará una altura de 50-60 cm en flor (a veces 1.20m si las condiciones son óptimas) y se extenderá sobre 50 cm, con un crecimiento bastante rápido. La floración, generosa, se desarrolla desde finales de junio hasta septiembre, en el extremo de tallos delgados y marrones, ramificados o no. La inflorescencia es un capítulo de 2-3 cm de diámetro, cuyas flores periféricas, liguladas, son de un azul vivo, a veces blancas en la naturaleza. Las flores centrales (el corazón) son de un amarillo vivo. Las hojas miden de 5 a 8 cm de largo, son oblongas, puntiagudas en su extremo, de un verde medio, vellosas y claramente dentadas en el borde. Esta planta se resiembra espontáneamente en suelo ligero.

Es casi imposible imaginar nuestros jardines sin los asters, por su generosidad y gran capacidad de adaptación. Las especies y variedades son tan numerosas que seguramente existe más de una adaptada a cada situación y clima. Este en particular es poco exigente. Se combina muy bien con el Aster divaricatus, un primo igualmente resistente y adaptable, así como con todas las demás plantas de macizo como la Salvia microphylla, la Salvia nemerosa, los penstemons, gauras enanos o el Rudbeckia triloba. Este Aster radula, de origen montañoso, encuentra naturalmente su lugar en jardines situados en altitud, al sol, junto con otras vivaces resistentes como las delphiniums perennes, valerianas, campanillas, cólquicos o los lupinos.