Calanthe reflexa

La Calanthe reflexa es una orquídea terrestre rara, semi-resistente, perfumada, cuya vara floral está compuesta por flores refinadas con sépalos y pétalos blancos nacarados rosados y labelo rosado y blanco. La floración ocurre en verano, en pleno calor. Sus largas hojas verdes forman hermosos mechones. Se cultiva a la sombra luminosa, en un humus espeso, en una ubicación muy resguardada.

Esta orquídea terrestre nos llega directamente de las montañas de Japón, donde se encuentra a lo largo de arroyos, en laderas húmedas e incluso directamente en pequeños cursos de agua y sus orillas inundadas por la monzón de verano; adaptada al frío, es una de las especies más rústicas del género. Esta planta se desarrolla a partir de pseudobulbos apretados alrededor de un rizoma, evocando vagamente el cuerpo de un camarón. Produce en verano (de julio a agosto), a lo largo de 4 a 5 tallos de 40 cm de altura, magníficas flores bicolores y perfumadas, de color variable, lavanda a rosa nacarado y blancas. La flor se compone de 3 sépalos y 3 pétalos, uno de los cuales, muy diferente, se llama el labelo. Es a menudo esta pieza floral la que resulta sorprendente en las orquídeas. El labelo de Calanthe reflexa es alargado, curvado hacia abajo y formado por 3 lóbulos lavanda oscuro. Las hojas, semi-perennes, de color verde claro, están bellamente plisadas y miden 15-25 cm de longitud por 5 a 8 cm de ancho.

Esta orquídea de sotobosque fresco, ama los suelos ácidos, ricos en humus, frescos en verano, incluso puntualmente empapados de agua. Le gusta el calor, los lugares protegidos, luminosos, pero nunca el sol directo. En regiones con inviernos suaves, conservará su follaje, en otros lugares, sus hojas serán dañadas por el frío, se regenerarán a principios de primavera. La raíz "rizomatosa" brotará lentamente hasta formar hermosos mechones rápidamente, espere al menos 3 años antes de obtener 4-5 inflorescencias. Una planta excepcional, para jardinero experto. Plante la Calanthe reflexa en una ubicación protegida, en un sotobosque claro y húmedo, o incluso en los alrededores de puntos de agua, en compañía de arisemas, helechos u hostas.

Cuando reciba sus orquídeas, ¡manéjelas con cuidado: estas plantas producen pocas raíces y son delicadas!