Cirsium rivulare Trevors Blue Wonder - Cardo

El Cirsium rivulare 'Trevors Blue Wonder' es una variedad de Cardo de río cuyas flores de cardo son de color violeta. Comparado con 'Atropurupreum' que presenta flores rosa-rojo púrpura, la flor aquí es más azulada, más violácea. Es una planta magnífica para bordes de ríos o praderas floridas en suelo pesado y fresco a húmedo, también es una hermosa adición en un jardín naturalista, siempre y cuando el suelo nunca esté seco. Sus grandes pompones se balancean al viento en verano y se mezclan agradablemente con las gramíneas.

Los Cirse son cardos de la familia de las Asteráceas. El Cirsium rivulare es originario de Suiza y Europa central, donde crece en lugares húmedos como prados y marismas de montaña. En Francia, es espontáneo en el Jura, el Bugey, el Dauphiné, el Cantal, la Haute-Loire, la Lozère, el Aveyron y en los Pirineos. Es una planta muy resistente al frío, que prefiere suelos encharcados a frescos, arcillosos y fértiles.

El cultivar 'Trevors Blue Wonder' se distingue del tipo por su color violeta. Es una planta herbácea perenne por su raíz, cuya parte aérea desaparece en invierno para reaparecer en primavera. En su madurez, este cardo de río formará un mata florido de aproximadamente 1 a 1,20 m de altura que se extiende a través de tallos subterráneos en 50 a 60 cm de anchura. Desarrolla hojas basales y tallos carnosos, poco frondosos, cuyas largas hojas envuelven el tallo en la base. El follaje es verde oscuro, las láminas están ampliamente cortadas, ligeramente pubescentes y bordeadas de espinas. La floración ocurre de junio a agosto, en el extremo de los tallos. Se presenta en forma de inflorescencias en capítulos, agrupadas de 2 a 8 unidades. Cada capítulo, que puede alcanzar 3 cm de diámetro, está compuesto por una multitud de pequeñas flores, muy visitadas por los insectos polinizadores. Tras la floración, aparecen pequeños frutos sedosos llamados aquenios que pueden sembrarse de forma natural.

El Cardo de río 'Trevors Blue Wonder' se instala al sol. Prefiere suelos arcillosos pesados y constantemente húmedos, llenos de agua incluso en invierno. Necesita al menos un suelo fresco, nunca seco. Este Cardo, altivo y salvaje a la vez, da, sin necesidad de cuidados, elegancia a un prado o a la orilla de una charca. Elija para acompañarlo plantas típicas de estos suelos, como la salicaria, la hermosa salvia celeste, los talictros, por mencionar algunos. Piense también en suelos frescos en los ásteres y amapolas. El Pennisetum y la luzula blanca son hermosas compañeras de gramíneas. No dude en componer ramos de flores secas o frescas; esto evitará siembras espontáneas y fomentará nuevas floraciones al final de la temporada. Esta variedad no es invasiva.