Echinops ritro - Cardo de erizo

El Echinops ritro o Eringio es una planta vivaz resistente, especialmente adaptada a la sequía. Su follaje verde con reflejos alquemila, a la vez muy recortado y espinoso, ofrece un hermoso marco a sus numerosas flores en forma de pequeñas bolas, de un azul particularmente vibrante. Este conjunto, con un aspecto salvaje, aporta un toque de naturalidad durante toda la temporada estival en los parterres soleados. Participa activamente en la vida de los jardines atrayendo a las abejas y completando los ramos secos con su toque plateado.

Perteneciente a la gran familia de las asteráceas, este Eringio crece de forma espontánea en Europa del Este y en parte del Mediterráneo en espacios no cultivados y matorrales. Le gusta el sol, aprecia el calor y tolera los suelos secos, incluso pedregosos y calcáreos. Poco exigente, también es resistente y se siembra de manera natural. Por lo tanto, es el aliado de las casas de vacaciones donde el tiempo de mantenimiento se reduce al mínimo, pero también seducirá a los amantes de la sencillez y la autenticidad.

Es una planta herbácea perenne que tiene tallos estriados y ramificados que pueden alcanzar hasta 1 m de altura. Llevan hojas caducas, de aspecto coriáceo, de color verde azulado. Son alternas, sésiles y abrazadoras. Su lámina foliar está profundamente recortada, los bordes son espinosos y el envés es tomentoso. En la parte superior se encuentran múltiples pequeñas bolas de 4 a 5 cm de diámetro. Estas, perfectamente cilíndricas, ganan al observarse de cerca para percibir su sutileza y delicadeza. Inicialmente de color verde azulado, parecen estar formadas por múltiples puntas al comienzo de la floración. Luego se abren y muestran diminutas flores tubulares en forma de estrellas de un azul acero que a veces se acerca al violeta. Estrechamente juntas, forman así una nube de pequeñas esferas que aportan ligereza a los parterres.

El Echinops ritro es un compañero versátil. Se adapta tanto a espacios salvajes y rústicos, como su silueta, follaje y flores son totalmente adecuados para composiciones gráficas, contemporáneas o minerales. Su paleta de colores se combina fácilmente con todos los tonos pastel y se mezcla armoniosamente con Lavateras, Gauras y Aquileas. Las Artemisa blanca, las Silenes y Euforbias resonarán con sus matices plateados.