Centaurea montana - Aciano de montaña

Comúnmente conocido como el Aciano de montaña, la Centáurea montana es una planta vivaz rústica conocida por todos. Flor de campo por excelencia, podríamos olvidar su refinamiento y su aspecto contemporáneo. Sin embargo, sus hermosas inflorescencias están compuestas por magníficas lígulas finas y dentadas de un azul profundo, rodeando un bonito corazón violáceo. Se renuevan desde mediados de la primavera hasta mediados del verano y atraen tanto a los polinizadores como a los amantes de los ramilletes. Prefiere suelos frescos, fértiles y exposiciones soleadas, aunque tolera suelos pobres, calcáreos y períodos ocasionales de sequía.

Este Azulejo de montaña o Centáurea montana se encuentra en estado salvaje en gran parte del sur y centro de Europa. Esta planta vivaz herbácea de raíces rizomatosas crece espontáneamente en praderas, pero también en altitudes montañosas en terrenos más pedregosos. Tiende a extenderse formando nuevos mechones en la periferia y puede convertirse en una planta tapisante en unos pocos años. Su follaje caduco tiene un bonito color verde plateado. De hecho, es ligeramente peludo (especialmente en el envés). Las hojas son sésiles, lanceoladas y se disponen alternativamente a lo largo del tallo. Así, la planta forma un bonito mechón erguido de 50 cm de altura por 30 cm de ancho. Los tallos suelen ser simples y están coronados por un involucro formado por un conjunto de brácteas. Para simplificar, se asemeja a una pequeña alcachofa verde, aún en capullo, cuyas escamas están bordeadas de negro. Desde mayo (según el clima y la exposición) emergen magníficas inflorescencias que se renuevan generosamente hasta agosto. El borde está formado por flores liguladas largas, estrechas y cortadas en los extremos. De un azul profundo, rodean las flores tubulares del centro, de tamaño reducido y de un violeta intenso. Este conjunto, particularmente delicado y sutil, ofrece colores cautivadores en parterres o ramos.

A la vez aliada de jardines salvajes y románticos, la Centáurea montana también es una invitada de honor en composiciones más contemporáneas. Sus flores etéreas, de colores densos y motivos sutiles, son muy modernas y se combinan con numerosas gramíneas. Se integra en los mixed-borders, las composiciones azules y todos los parterres, gracias a su tamaño versátil.