Actaea simplex Carbonella

El Cimicifuga o Actaea simplex 'Carbonella' es una de las variedades más oscuras del Hierba de San Cristóbal. Similar al cultivar 'Brunette', se distingue por su porte más compacto, su tamaño más modesto y su floración muy tardía. Desarrolla también un follaje brillante y dividido, muy oscuro, de tonalidad chocolate a púrpura violácea. Esta vivaz muy rústica forma un hermoso macollamiento del que emergen en otoño una abundancia de altos tallos arqueados y flexibles, densamente poblados de botones rosados, que se abren en flores blancas suavemente perfumadas. Se instala lentamente, en suelo más bien fresco, formando matas arbustivas de aspecto gráfico, muy interesantes en los parterres semisombreados, en un momento en que las flores se vuelven escasas.

El Cimicifuga simplex, también llamado Actaea simplex, es una planta herbácea caducifolia de la familia de las ranunculáceas originaria de los bosques de Japón y de la profunda Siberia oriental, desde Mongolia hasta el Extremo Oriente ruso, pasando por Sajalín y Kamchatka.

'Carbonella' es la forma púrpura oscuro de esta vivaz extremadamente rústica. Desarrollándose a partir de un rizoma nudoso con raíces fibrosas dispuestas en masas compactas, esta planta forma lentamente matas arbustivas que alcanzan 90 cm de altura en flor, con una extensión mínima de 40 cm. Sus tallos están cubiertos de grandes hojas compuestas, muy recortadas, con folíolos dentados, tan elegantes como los de las astilbes. Se visten de un colorido muy oscuro, que parece chocolate en la sombra y a contraluz. La floración ocurre en otoño, en forma de grandes inflorescencias terminales en espigas de 10 a 20 cm de largo, erguidas o arqueadas, de color púrpura, cubiertas de botones rosados que se abren en pequeñas flores estrelladas ligeras y agradablemente perfumadas, evocando la vainilla. Esta floración es muy melífera y nectarífera y gusta mucho a las mariposas.

La Hierba de San Cristóbal 'Carbonella' prosperará en semisombra, en la luz tamizada de un claro bosque o en el borde del bosque, en un suelo profundo que mantenga la frescura. Esta variedad tolera bastante bien la competencia de las raíces. En la parte posterior de los parterres, su silueta muy gráfica y sus flores luminosas compondrán un hermoso telón de fondo para las vivaces desfloradas al final del verano. Su follaje oscuro se combina bien con las estrellas rosas y azules de los ásteres, pero también con las hortensias, los fucsias rústicos y los helechos. Esta planta muy elegante en una zona un poco salvaje también será un bonito ejemplar, plantado en una maceta grande en la terraza. Puedes utilizar muy bien sus flores para hacer ramos.