Equisetum hyemale - Cola de caballo de invierno

El Equiseto de Invierno o Equisetum hyemale es una planta vivácea de ribera húmeda, rústica y persistente. Sus tallos erguidos le confieren una apariencia muy gráfica que permite estructurar los macizos, así como las terrazas, balcones y los caminos. Verdes y erectos, a lo largo de todo el año, están marcados por anillos negros dispuestos regularmente a lo largo de toda su altura. Esta verticalidad es muy apreciable en todos los espacios y realza la redondez de sus vecinas. Es una planta que se desenvuelve bien en un suelo moderadamente rico y ligeramente ácido, soporta las heladas y se contenta con una exposición semi-sombreada, aunque preferirá el sol.

Apreciando los terrenos húmedos, el Equiseto de Invierno es principalmente utilizado en los bordes de las charcas. Sin embargo, si tiene un terreno que permanece muy fresco gran parte del año, también podrá adaptarse a él. Por otro lado, sus raíces rizomatosas tienden a colonizar vigorosamente su entorno. Por lo tanto, puede volverse invasiva si no se controla. En este caso, existen dos soluciones posibles: instalar una barrera anti-raíces o colocarla en maceta o en contenedor. De hecho, soporta perfectamente este tipo de cultivo y le permitirá ubicarla según sus deseos. Solo asegúrese de regarla y mantenerla en un sustrato húmedo. Así, podrá colocarla cerca de las entradas, ventanas y jugar con su silueta esbelta y muy contemporánea.

El Equisetum hyemale puede alcanzar 1 metro de altura. Sus tallos son rígidos, rectos y a menudo bien apretados (especialmente si están contenidos en un espacio confinado). Huecos, tienen forma cilíndrica y su diámetro puede alcanzar como máximo 1 cm. Plantas consideradas "fósiles vivientes", están presentes en la tierra desde hace mucho tiempo. Han conservado características que pueden sorprendernos hoy en día. Un modo de reproducción por esporas, sin una floración notable y hojas que se reducen a pequeñas líneas verticales grises subrayadas por un anillo negro. Colocados regularmente en los tallos, delimitan segmentos de 3 a 10 cm que crecen con la planta. Su extremo puede estar coronado por un pequeño fruto ovoide marrón y negro.

El Equiseto de Invierno es muy apreciado por sus ambientes gráficos, depurados y minimalistas. Al multiplicar las macetas en colores sobrios (gris, negro, marrón), reforzará este efecto y disfrutará de su presencia durante todo el año. En un balcón, en un patio, compone instantáneamente una decoración, además de ser móvil. En terrenos húmedos, dibuja líneas rectas, curvas, compone macizos cilíndricos, según su elección de implantación. Se opone con mucha elegancia a las formas redondeadas, vaporosas o rastreras. Es una vivaz fácil que requiere poca vigilancia y se muestra duradera.