Chrysanthemum Nebelrose - Crisantemo

El Chrysanthemum x indicum Nebelrose nos deleita con sus hermosas flores dobles de un rosa plateado, con reflejos nacarados, que le confieren mucha gracia y elegancia. Florece en octubre y noviembre si el tiempo lo permite, en una ubicación cálida y protegida. Resistente y muy vivaz, fácil de cultivar, esta planta también conocida como margarita de otoño es perfecta en parterres o en macetas en una terraza. Forma rápidamente un hermoso mechón, de más de 1 m de altura, muy florido durante varias semanas. A diferencia de sus primos de cementerio, es una planta resistente que se cultiva sin problemas en el suelo normal, no demasiado pesado, drenado y que se mantiene fresco en verano.

El Crisantemo de jardín es una planta vivaz herbácea y rizomatosa de raíz leñosa, que pertenece a la familia de las Asteráceas, siendo un pariente de las margaritas y los girasoles. Nebelrose es un cultivar derivado de Chrysanthemum indicum, una planta nativa del este de Asia, cultivada desde la Antigüedad en China, Japón y Corea, que es el origen de los crisantemos de floristería. Desde la primavera, forma un arbusto de 110 cm de altura por 50 a 60 cm de ancho, compuesto por tallos foliados ramificados, leñosos en la base. Su crecimiento es bastante rápido. La floración se extiende en octubre y también en noviembre dependiendo del clima. La planta produce numerosas flores reunidas en capítulos, con forma de margarita, dobles, alcanzando los 4 cm de diámetro, agrupadas en pequeños ramos en la parte superior de los tallos foliados. Las lígulas, finas y enrolladas, son de un rosa suave plateado. Las hojas son triangulares-ovales, groseramente recortadas en 5 lóbulos y miden hasta 5 cm de largo. Tienen los bordes dentados, de color verde oscuro un poco opaco, velludas en la parte inferior. La parte aérea se seca en invierno y vuelve a crecer en primavera. Su raíz, muy perenne, vivirá mucho tiempo en el jardín.

Los crisantemos de jardín ofrecen inmensos recursos en una época del año un poco menos florida y combinan notablemente con los colores del otoño. Se pueden asociar con los ásteres, en colores complementarios. Sus floraciones se ven aligeradas por las de los cosmos, anémonas japonesas, gauras, salvias arbustivas, fuchsias magellanica, lirios de río. Son particularmente interesantes cuando se asocian con gramíneas: Carex, Stipa y Pennisetum. El crisantemo resulta ser una buena flor cortada, muy duradera en un jarrón. Considera usar las variedades más altas para formar parterres de otoño al pie de arbustos caducos que reflejarán su follaje otoñal amarillo, rojo y anaranjado.