Cyperus prolifer - Papiro enano

El Cyperus prolifer o Papiro enano es una graciosa vivácea de terrenos húmedos y de climas templados. Se asemeja en general a su primo el Papiro del Nilo con su silueta original formada por largos tallos rígidos coronados por brácteas reunidas en forma de paraguas, pero tiene un desarrollo más modesto, entre los más pequeños de los Cyperus. Su aspecto es más rígido, pero esta especie tiene una mayor capacidad para soportar la atmósfera a menudo seca de nuestros interiores. El cultivo en el exterior solo es posible en las regiones más suaves de nuestro país, libres de fuertes heladas. En este caso, es posible cultivarlo ligeramente sumergido en una charca o en las riberas. Versátil, también acepta un cultivo en macetas, en un sustrato siempre húmedo.

El Cyperus prolifer pertenece a la familia de las ciperáceas. Es originario de las zonas pantanosas desde Somalia hasta Sudáfrica, de Madagascar a las islas Mascareñas. Requiere un suelo constantemente húmedo. Esta planta se cultiva hoy en día en todas las regiones templadas por sus cualidades ornamentales, especialmente como planta de interior. Es sensible a las heladas a partir de -5°C. Semiacuático, desarrolla a partir de sus rizomas numerosos tallos sin hojas, rígidos, que alcanzan bajo nuestros climas 50 cm de altura. El tocón se extiende lateralmente unos 30 cm, pero sin límite teórico. Cada tallo lleva en su extremo una corona bastante estrecha, compuesta por brácteas radiales rígidas y relativamente finas, de color verde brillante. En primavera aparece en el centro de cada corona una inflorescencia compuesta por diminutas flores de color amarillo pálido, que se vuelven marrones en verano, cuando maduran. Estas flores dan lugar a semillas que se dispersan por el viento. El Cyperus prolifer se reproduce por la dispersión de sus semillas y de manera vegetativa, mediante el crecimiento lateral de sus rizomas. A diferencia del verdadero Papiro del Nilo, se puede propagar fácilmente por esquejes sumergiendo sus cabezas en agua.

El Cyperus prolifer, bonita planta de ribera en climas muy suaves, también es una muy bella planta de terraza o de interior, muy fácil de cultivar siempre que la tierra en la que se instala permanezca siempre bien húmeda. Destaca en una pequeña charca elevada en la terraza, por ejemplo. Atrae a los aficionados a las plantas exuberantes por su silueta similar al bambú y su aspecto exótico. Perfecto aislado, su asociación en terreno abierto o en maceta con cannas de follaje púrpura o verde, Nandina, Dierama o Persicarias siempre es exitosa. En la charca, sumérjalo entre 0 y 20 cm de profundidad.

Propiedades: los Cyperus son plantas depurativas para nuestras atmósferas confinadas.