Clavel coronado Lady in Red - Dianthus plumarius

El Dianthus plumarius Lady in Red' es una variedad de clavel coronado moderno, cuyas flores de un rojo carmesí brillante, símbolo en el lenguaje de las flores de afecto y amor profundo, poseen todo el carácter y la autenticidad de las variedades antiguas. Dotadas de un perfume excepcional, imperiales, sus flores en grandes pompón rojos están posadas en altos tallos ligeramente arqueados sobre un cojín persistente de un hermoso gris-azul. Se suceden a lo largo de toda la bella temporada, con o sin cuidados, ya que la planta es robusta, florífera, frugal y sobria. Los claveles modernos solo temen los suelos ácidos y húmedos. ¡Ofrézcale sol y una tierra ligera, incluso calcárea, muy bien drenada, o una gran maceta que pronto llenará!

El clavel coronado o Dianthus '(Plum.Gr) Lady in Red pertenece a la familia de las caryophyllaceae. Es un cultivar reciente seleccionado en Inglaterra, resultado del cruce entre D. plumarius, D. caryophyllus y D. gratianopolitanus, entre otros. El Dianthus plumarius es una vivácea europea que es el principal ancestro de los diferentes grupos de claveles coronados, antiguos o modernos. El Dianthus gratianopolitanus es originario de Europa y Asia, ha legado a sus descendientes, entre otras cosas, su porte compacto y su maravilloso aroma a clavo reconocible entre todos. El crecimiento de este clavel es bastante rápido, la planta alcanza su madurez después de 3 a 5 años de cultivo. Su tamaño adulto alcanzará los 45 cm de altura en flor con una extensión de 35 cm, e incluso más. Este clavel forma un mata densa y espesa, de la que emergen, de junio a agosto, a veces hasta septiembre, flores anchas de 3-4 cm, dobles, con pétalos dentados en el borde de un rojo perfectamente uniforme, llevadas por tallos flexibles adornados con varios botones. Sus hojas lineales, glabras, puntiagudas, persistentes y coriáceas son de un magnífico gris-azulado.

El Dianthus 'Lady in Red' es una planta de bordillos, taludes y rocallas secas, a la vez lujosa y natural. Sus flores rojas muy perfumadas aportan un encanto indiscutible al paisaje más modesto, en el jardín como en ramos. Acompañará a las campanillas azules de jacintos de los bosques, campanillas, anémonas coronaria, el lirio de la virgen o a otros cojines floridos como el Iberis, los silenos, la campanilla mural, el Arabis del Cáucaso, los Phlox subulata, el Erigeron karvinskianus y el Geranio de sangre (Geranium sanguineum). Para evocar los jardines de antaño, se puede plantar un pequeño borde de estos encantadores claveles al pie de los grupos de peonías blancas, rosas o rojas y de rosales antiguos o ingleses. Esta planta forma un bonito adorno entre las piedras de un muro o un pavimento, y en una gran maceta. Se adapta muy bien al cultivo en macetas, en tierra ligera.