Dianthus superbus - Clavelito común

El Dianthus superbus o Clavelito común, es una pequeña planta vivaz con una floración elegante y perfumada. Sus flores se renuevan regularmente desde junio hasta a veces septiembre y animan los bordes de los macizos con sus bonitos pétalos dentados. Finamente recortados, como encaje, son de color entre rosa y lila, más o menos pálido según la exposición. De fácil cultivo, este Clavel permite componer bonitos ramos que perfuman la casa.

Perteneciente a la familia de las Caryophyllaceae, este Clavelito se encuentra de forma silvestre en las praderas húmedas de Europa y Asia. Con un tamaño de 40 cm de altura y 30 cm de envergadura, se sitúa en los bordes de los macizos, cerca de los senderos, pero también en una rocalla fresca o en macetas. Desde su base emergen tallos ramificados que se levantan y sostienen en su extremo una o varias flores muy fragantes. Están formadas por cinco pétalos lacinados, es decir, cortados en tiras estrechas e irregulares. Esto les da ese aspecto despeinado y alegre que ondea al viento. Su tonalidad, entre rosa y lila, a veces es muy clara y siempre encantadora. Las hojas, de un verde un poco gris-azulado, son suaves y también muy finas y lineales, dispuestas de forma opuesta en los tallos. El conjunto tiene una apariencia muy etérea, que se completa con el baile de insectos que vienen a visitarlo.

Es una planta vivaz rústica y resistente que soporta temperaturas de hasta -15°C y requiere poco mantenimiento: retirar las flores marchitas para estimular la floración. Colóquela a pleno sol o en una sombra parcial en un suelo fresco, pero correctamente drenado.

Su tamaño compacto es una ventaja para liberar su fragancia en todos los rincones de nuestros jardines. En el corazón de los pequeños macizos, en los bordillos de la terraza, en macetas cerca de las entradas, el Dianthus superbus se desliza fácilmente. En los bordes de conjuntos un poco más amplios, se mezcla espontáneamente con los follajes gris-verdosos de las Euforbias y las Artemisa blancas, pero también se adapta a composiciones que combinan los tonos rosa y blanco. Aporta un toque de ligereza junto a las plantas de verano de grandes flores, como los Dalias y las Equináceas.