Euphorbia cyparissias Clarice Howard - Euforbia ciprés

La Euphorbia cyparissias 'Clarice Howard' es una variedad de Euforbia ciprés pequeña particularmente decorativa en primavera, con sus jóvenes brotes y hojas jóvenes plumosas de un marrón púrpura que forman un bello marco para sus ramos de flores de un amarillo-verde ácido. Esta vivaz de terrenos secos forma rápidamente un tapis couvre-sol vigoroso, produciendo una masa de follaje muy fino de un verde-azulado en verano. Caduca y muy rústica, esta planta prolífica requiere espacio, compañeras un poco salvajes y tan exuberantes como ella, una exposición muy soleada y un suelo bien drenado.

La Euforbia ciprés 'Clarice Howard' pertenece a la inmensa familia de las euforbiáceas. Es una forma hortícola de Euphorbia cyparissias, originaria del sur, centro y oeste de Europa, donde crece en los alrededores de lugares cultivados, al borde de caminos y tierras sin cultivo, en terrenos abiertos. Esta planta vivaz rizomatosa que se desarrolla a partir de un tocón rastrero, emite numerosos estolones que le permiten colonizar el suelo. Alcanza los 30 cm de altura, 40 cm en floración, y se extiende al menos 80 cm de diámetro. La planta emite desde la primavera numerosos tallos herbáceos, coloreados de Burdeos en sus extremos, cuyo joven follaje en pincel, muy fino, muestra un color tan oscuro. El tono del follaje evoluciona de púrpura en primavera a verde-azulado en verano, para terminar nuevamente en marrón púrpura en otoño. Los tallos florales aparecen entre abril y junio, cubiertos de hojas marrones estrechamente lineales (1 a 3 mm de diámetro por 1 a 4 cm de longitud), ligeramente curvadas. Llevan umbelas de flores sin pétalos formadas por brácteas amarillo chartreuse, que se vuelven anaranjadas con el tiempo. Los tallos y las hojas contienen un jugo lechoso que es pegajoso y tóxico. La vegetación aérea de esta euforbia es caduca, se seca y desaparece en invierno para renacer en primavera.

La Euphorbia cyparissias Clarice Howard encontrará su lugar en una rocalla seca y soleada, en una ladera salvaje donde no correrá el riesgo de sofocar a sus vecinas. De hecho, es una planta que puede volverse invasiva. Se asociará con otros formidables cubresuelos como la Achillea crithmifolia, Stachys byzantina Big Ears, la verónica Georgia Blue, la Artemisa blanca. Formará bonitas manchas de color al pie de arbustos, de plantas con follaje oscuro: el saúco Black Lace, el Berberis thunbergii Atropurpurea, la salvia oficinal púrpura, los grandes sedums como Black Jack o Chocolate. Su floración anisada se combina bien con el azul de los romeros rastreros y del lino azul.