Geranio cantabria Karmina

El Geranium cantabrigiense 'Karmina' es una excelente planta tapizante vivaz, que se distingue por una hermosa floración de mayo a julio compuesta por numerosos botones de color rosa oscuro que se abren en flores rosa carmín, de un tamaño hermoso, que resaltan bien sobre su follaje de un rico verde oliváceo. Se extiende lentamente y forma un bonito tapiz, compuesto de hojas aromáticas al ser aplastadas, adquiriendo un bello tono en otoño. Ideal en el jardín natural, no teme ni la competencia radicular de los árboles y arbustos, ni las grandes heladas del invierno, y se adapta bien a los calores estivales.

El Geranium x cantabrigiense 'Karmina', obtenido en 1986 por el viverista alemán Ernst Pagels, pertenece a la familia de las Geraniáceas. Es un cultivar hortícola del híbrido natural Geranium x cantabrigiense, derivado del Geranium dalmaticum de las costas balcánicas y del G. macrorrhizum, un meridional resistente a los veranos secos. Esta planta herbácea vivaz, muy resistente, forma un tapiz de 15 a 25 cm de altura, y se extiende lateralmente gracias a sus estolones de 50 a 80 cm de ancho. Su crecimiento es bastante lento. Produce a finales de primavera, de mayo a julio según el clima, innumerables flores en copas abiertas de 4 cm de diámetro, de un rosa carmín, con estambres de anteras rosa púrpura. Las hojas aromáticas, redondas y palmadas, cortadas en lóbulos, generalmente persisten durante nuestros inviernos normales. Son de un verde bastante oscuro pero vivo en la temporada, luego adquieren tonos rojizos en otoño e invierno.

Este geranio vivaz se adapta a casi todas las exposiciones, pero teme el sol abrasador, especialmente en climas cálidos. Es una planta tapizante de claros bosques o de bordes que se luce bajo los arbustos caducos y al pie de setos, del lado no demasiado sombreado. Fácil de cuidar una vez establecida, requiere poco mantenimiento. El geranio x cantabirgiense ‘Karmina’ rápidamente dará una nota colorida a los macizos de vivaces y subrayará con elegancia la curva de un camino. Será bienvenido al pie de sus plantas preciosas que no corre el riesgo de sofocar, sino que realzará con su follaje peludo. También encontrará su lugar en balcones, terrazas, jardineras, bordillos, en rocallas, en los parterres donde se revelará un fiel compañero para las aquilegias, Lamium, Epimedium, digitales y las campanillas.