Geranio del Himalaya Azul - Geranium himalayense

El geranio perenne himalayense, también conocido como Geranio del Himalaya, lleva en verano y de manera más esporádica en otoño, flores de un profundo azul violáceo, que se tornan rosa violáceo hacia el centro, iluminadas por un corazón blanco. Esta planta vigorosa forma bellos cojines densos y extendidos, con un follaje finamente recortado y venas marcadas. Es un excelente cubresuelos y una planta encantadora, que se extiende lentamente gracias a sus rizomas subterráneos. Soporta con elegancia el frío del invierno y la sequía puntual, mostrándose poco exigente en cuanto al tipo de suelo.

El Geranio himalayense pertenece a la familia de las Geraniaceae. Es originario de las montañas del Himalaya. Forma un cojín ancho y denso, en una forma de cúpula regular de 40 cm de altura, con un diámetro de 50 cm. La floración comienza a finales de mayo, alcanza su punto máximo en junio, continúa en julio para disminuir en agosto. A partir de septiembre y hasta octubre, las flores aparecen de manera esporádica, dependiendo del clima. Las flores agrupadas en racimos son redondas, en forma de copa abierta y miden 5 cm de diámetro, de un hermoso azul pálido a azul violáceo con un corazón blanco rodeado de una zona rosa púrpura. El conjunto es fresco y luminoso. El follaje, caduco, está compuesto por amplias hojas peludas, con venas prominentes, de color verde medio, de 5 a 20 cm de largo con pecíolo. La planta tiene un sistema radicular bastante específico, con una raíz central y única (raíz pivotante), con algunas raíces secundarias gruesas y fibrosas.

Al igual que muchos de sus primos, el Geranio del Himalaya se adapta bien a los jardines naturales, siendo una bendición para numerosos insectos como mariposas, abejas y abejorros que buscan alimento en él. Por lo tanto, es una planta ideal para los jardines de cura, los macizos de rocalla, los bordillos. También se lleva bien con rosales antiguos y peonías. Asócielo con un tapiado plateado de carraspique Cerastium tomentosum, y con la consuelda media de follaje púrpura, estas plantas simples resaltarán su cúpula floral. También se cultiva bien en macetas grandes, con riego y fertilización abundantes.