Geranio del Himalaya Azul - Geranium Irish Blue

El geranio perenne ‘Irish Blue’ es una antigua selección de Geranio del Himalaya que lleva en verano, y de forma más esporádica en otoño, flores de un azul más claro que en la especie, tornándose rosado violáceo hacia el centro, iluminadas por un corazón blanco. Esta planta vigorosa forma hermosos cojines densos y extendidos, con follaje finamente recortado, con venas marcadas. Es un excelente cubresuelos y una planta encantadora, expandiéndose lentamente gracias a sus rizomas subterráneos. Tolera con elegancia el frío del invierno y la sequía puntual, mostrándose poco exigente en cuanto al tipo de suelo.

El Geranium himalayense pertenece a la familia de las Geraniaceae. Es originario de las montañas del Himalaya. El cultivar ‘Irish Blue’ fue descubierto en 1947 en Irlanda por el famoso horticultor Graham Thomas. Forma un cojín ancho y denso, en una forma de cúpula regular de 40 cm de altura, con un diámetro de 60 cm. La floración comienza a finales de mayo, alcanza su punto máximo en junio, continúa en julio para disminuir en agosto. A partir de septiembre, y hasta octubre, las flores aparecen de forma esporádica, dependiendo del clima. Las flores agrupadas en racimos son redondas, en copas abiertas miden 5 cm de diámetro, de un magnífico azul claro lavado de malva, con un corazón blanco rodeado de una zona rosa-púrpura. En conjunto, es fresco y luminoso. El follaje, caduco, está compuesto por hojas anchas y velludas, con venas prominentes, de color verde medio, de 5 a 20 cm de largo con el pecíolo. La planta posee un sistema radicular bastante específico, con una raíz central y única (raíz pivotante), con algunas raíces secundarias gruesas y fibrosas.

Como muchos de sus parientes, el Geranio del Himalaya se adapta bien a los jardines naturales, siendo una bendición para muchos insectos como mariposas, abejas, abejorros que acuden en busca de alimento. Por lo tanto, es una planta ideal para los jardines de cura, los macizos de rocalla, los bordillos. También se lleva bien con los rosales antiguos y las peonías. Combínalo con un tapiado plateado de carraspique Cerastium tomentosum, y la consuelda media con follaje púrpura, estas plantas sencillas que realzarán su cúpula florecida. También se cultiva bien en macetas grandes, con riego y fertilizante a voluntad.