Gillenia trifoliata

El Gillenia trifoliata, también conocido como gillenia de tres hojas o espiraea de 3 hojas, es una planta perenne de bosque infinitamente elegante. De hermosa estatura, se adorna con minúsculas pero innumerables flores blancas estrelladas a principios de verano, cuyos cálices rojos persisten mucho tiempo en sus tallos purpúreos. Antes de despedirse en otoño, su bonita foliación dividida en 3 foliolos se viste de tonos de fuego. Delicada y etérea, embellece los lugares sombreados, incluso en las raíces de los árboles. En el jardín, teme solo los suelos calcáreos y excesivamente secos. La espiraea de 3 hojas se asocia muy bien a la media sombra con las varas de San José, astilbes, epimediums, así como con todas las plantas de tierra de brezo.

El Gillenia trifoliata (sinónimo Porteranthus trifoliatus) es una planta perenne herbácea de raíces rizomatosas de la familia de las rosáceas, una prima de las espiraeas, zarzas y rosales. Es originaria de las zonas montañosas de América del Norte, donde crece a menudo en el borde de los bosques, en una gruesa capa de humus. Un poco lenta en establecerse, forma a la larga, en el espacio de 4 a 5 años, una masa redondeada de 1.10 m de altura por 70 cm de ancho en promedio. La planta se extiende lateralmente, moderadamente, a través de sus rizomas. En primavera emergen del suelo tallos leñosos, delgados y ramificados, de color amarillo a púrpura. Llevan hojas caducas divididas en 3 foliolos ovales, puntiagudos y finamente dentados, de un verde oscuro mate, adquiriendo hermosos colores anaranjados antes de caer. La floración tiene lugar en mayo-junio, pudiendo continuar hasta agosto según el clima. Las flores, similares a pequeñas estrellas blancas puras, son llevadas por tallos finos y rojizos, muy por encima del follaje. De 2 a 3 cm de longitud, están compuestas por 5 pétalos afilados de color rosa muy pálido al abrirse, volviéndose rápidamente blancos. Los cálices rojizos, en la base de las flores, permanecen en la planta después de que los pétalos hayan caído. Esta floración, rica en néctar, atrae a numerosos insectos polinizadores, así como a algunas aves. A veces se forman frutos de color caoba, decorativos hasta bien entrado el otoño. Los tallos mueren en invierno, se podarán en primavera, al reinicio de la vegetación.

El Gillenia trifoliata llama la atención por su elegancia en los macizos donde florece, lejos del sol abrasador. Se instalará preferiblemente en el borde de un bosquecillo o cerca de un seto, soportando perfectamente la competencia radicular y apreciando el suelo cubierto de hojas en descomposición. Se asocia con todo tipo de plantas de bosque como barbas de cabra, varas de San José, lirios de los valles, flores de elfos, geranios vivaces phaeum, Salvia sylvestris, Brunnera y muchas otras más. Su floración etérea aligera la de los rododendros, hortensias y azaleas en suelos ácidos. Su asociación con los helechos rojos es fantástica.