Eléboro multifidus ssp. bocconei

El Helleborus multifidus subsp. bocconei es un raro helleboro botánico en cultivo, principalmente apreciado por su inusual follaje caduco, curiosamente cortado y dentado, muy ornamental de la primavera al otoño. Sus flores simples, con un delicado aroma a saúco, son más o menos redondeadas o estrelladas, de color verde manzana, volviéndose casi blancas en la madurez. Es una especie resistente que prefiere la media sombra y suelos drenados, incluso calcáreos, pero teme a los vientos helados. Una planta de colección, para colocar cerca de un paso, o incluso en una maceta grande, ¡para disfrutar de su extraordinario follaje en los días soleados y de su curiosa floración invernal y aromática!

Originario de regiones que van desde Sicilia hasta el sur y centro de Italia, el Helleborus multifidus subsp. bocconei es una planta vivaz de la familia de las Ranunculáceas. Es una de las numerosas subespecies de H. multifidus, que se diferencian por su región de origen y sus diferencias morfológicas que afectan principalmente al follaje. Este Helleboro es una planta bastante variable en su aspecto, a veces poco perenne, moderadamente resistente, que tolera bien la presencia de caliza en el suelo y la sequía estival. Crece de forma natural en matorrales, arbustos y bajo la cobertura de bosques poco densos. La planta se desarrolla en matas tupidas, de unos 30 cm de altura (o más en cultivo), y de 50 a 60 cm de ancho. Está compuesta por hojas caducas que emergen temprano en primavera. Estas hojas, todas basales, son palmeadas, divididas en 5 a 7 folíolos que a su vez están subdivididos, de manera que cada uno tiene alrededor de 20 segmentos con bordes fuertemente dentados, de forma variable y de color verde medio, mate.

Entre enero y marzo aparecen tallos florales que agrupan de 5 a 7 flores simples de 3 a 4 cm de diámetro, a veces más grandes. Son flores en forma de copa, inclinadas hacia abajo, cuyos sépalos son redondeados o puntiagudos, lo que le da a la corola un aspecto más o menos estrellado. Su color varía desde un verde bastante intenso en la apertura hasta un verde manzana y luego blanco verdoso en los bordes. El color amarillo está ausente. Su aroma, más o menos perceptible, recuerda al de las flores de saúco. Si están inclinadas hacia abajo, dejando que el agua resbale como un paraguas, es para proteger el corazón de la flor que podría pudrirse. El Helleboro no le gusta que lo trasladen una vez instalado, pudiendo tardar las plantas jóvenes hasta 3 años en florecer. Las semillas, formadas en abundancia, son sembradas en abril-mayo por las hormigas. Germinan fácilmente después del paso del frío, en el invierno siguiente.

Utiliza los helleboros como los elementos de un tapiz antiguo, mezclándolos con plantas de sotobosque de colores más vivos. Este helleboro, versión italiana de las rosas de Navidad y las rosas de Cuaresma tradicionales, es una especie rara que se apreciará incluso en verano por su elegante follaje. Por ello, se plantará al pie de Clethra o arces japoneses que le proporcionarán sombra beneficiosa en verano, sin sofocarla, en compañía de Asarum europaeum, vinca menor variegada u hostas enanas. Se puede plantar en grupo, como un ramillete, cerca de la entrada de la casa, en una ubicación sombreada, o en una maceta grande, para disfrutar al máximo de su floración aromática y temprana.