Helenium automnale Zimbelstern

El Helenio otoñal 'Zimbelstern', fruto de 20 años de selección en Alemania, reúne todas las cualidades que se esperan de esta vivaz de terrenos frescos: una larga floración, más temprana que la de otras variedades, con grandes flores bien coloridas en amarillo miel ligeramente estriado de naranja-rojizo, pero sobre todo con tallos sólidos a pesar de superar los 1 m de altura. Sus flores, tan apreciadas por las mariposas que se posan en su corazón abombado cubierto de polen amarillo, componen ramos cálidos y acompañan en el jardín a los colores más bellos del otoño. También es una vivaz muy resistente y fiable, fácil de cultivar al sol, en suelos frescos y bien drenados.

Los helenios son vivaces de la familia de las asteráceas, originarias de América del Norte, donde crecen generalmente cerca de pantanos. El cultivar 'Zimbelstern', que se puede traducir al francés como estrella de cobre, proviene de la especie Helenium autumnale, una vivaz con flores de colores muy ricos y una vegetación vigorosa. 'Zimbelstern' es una variedad de gran tamaño, precoz y muy florífera. Posee un porte tupido, con tallos ramificados que alcanzan entre 1 m y 1 m 20 de altura. Durante los meses de agosto a octubre, incesantemente florecen en la cima de los tallos un gran número de capítulos. Estas inflorescencias evocan grandes margaritas de 7 cm de diámetro. En el centro, el cono brillante y coloreado en marrón da paso gradualmente a estambres amarillos. En la periferia, los floretes de un amarillo ámbar más o menos retocado de rojo-anaranjado se marchitan adquiriendo una tonalidad más cobriza en total armonía.

El Helenio 'Zimbelstern' es una planta robusta, muy resistente y nunca enferma. Aprecia los suelos ordinarios que se mantienen frescos y las exposiciones soleadas. De fácil cultivo, florece tanto en taludes, macizos como en macetas en la terraza. A pesar de todas estas cualidades, los helenios siguen siendo raros en los jardines. Quizás porque sus tonos cálidos anuncian el otoño un poco demasiado pronto, mientras que el jardín y el jardinero intentan retener las últimas floraciones estivales; sin embargo, son el complemento ideal de los ásteres. 'Zimbelstern', en asociación con rudbeckias o equináceas, se combina muy bien con plantas otoñales como las gramíneas y los heliantos, pero también puede asociarse con un evónimo caduco, cuyo follaje se enciende con los primeros fríos, o con la espléndida vid de tintoreros. En otro ambiente, los follajes aterciopelados de los stachys, las espigas azul-violáceas de las salvias o de la Perovskia realzan mucho el tono cálido de esta floración. También se pueden entrelazar entre los macizos de helenios bonitas clemátides arbustivas como la Clematis heracleifolia, por ejemplo. Sus frutos plumosos y plateados son magníficos al final de la temporada.