Helenium Potter's Wheel

El Helenium 'Potter's Wheel' es una variedad de Helenio excepcional por el color y el diseño de sus flores: sus flores redondas, de tamaño mediano, que parecen estar moldeadas en una arcilla roja, presentan pétalos de color rojo quemado finamente bordeados de oro, alrededor de un grueso cono que va del marrón al amarillo dorado. Florecen a finales de verano, en una planta grande plantada en tallos sólidos que resisten las inclemencias del tiempo. Es una vivaz robusta y rústica, fácil de cultivar al sol en terreno fresco. Sus flores son magníficas en un jarrón.

Las especies naturales de helenios son vivaces originarias de América del Norte, generalmente se encuentran cerca de pantanos o en lugares húmedos y soleados. El cultivar 'Potter's Wheel' ofrece una floración estival bastante tardía, renovándose de agosto a finales de septiembre, un colorido raro y una vegetación vigorosa, de buena presencia en macizos. La planta forma tallos frondosos y ramificados, alcanzando aproximadamente 1,30 m de altura. Ocupará en promedio 60 cm en el suelo. Las hojas, de un verde oliva oscuro, lanceoladas y ligeramente dentadas en el margen, están dispuestas alternadamente a lo largo de los tallos. Las flores organizadas en capítulos florecen en la punta de los tallos. Con 5 cm de anchura, estos capítulos están centrados alrededor de un grueso cono de color marrón que gradualmente da paso a estambres cubiertos de polen amarillo. En la periferia, los floretes ensanchados en sus extremos y ligeramente dentados muestran un color intermedio entre rojo y marrón, cada uno con un fino borde dorado. Es cuando el sol los ilumina que los colores de los helenios son más sorprendentes. Tienen la ventaja de no perder su brillo al sol.

El Helenium 'Potter's Wheel' es una planta de macizo muy hermosa, muy resistente y nunca enferma, que prospera bien en cualquier buena tierra de jardín que permanezca fresca. Solo florece bien al sol, acompañando a las persicarias, Vernonia y chelones que aprecian las mismas condiciones. A pesar de todas estas cualidades, los helenios siguen siendo raros en los jardines. Quizás porque sus tonos cálidos anuncian la llegada del otoño. También combínelos con las varas de oro, las salvias vivaces, los ásteres y las gramíneas (Miscanthus, panics).