Helianthemum Ben Fhada

El Girasol perenne 'Ben Fhada' es una variante muy bonita, con una floración abundante y brillante, y una gran capacidad de cobertura. Sus pequeñas flores en copas onduladas, de un amarillo brillante marcadas con un amplio halo naranja igualmente brillante, se renuevan de mayo a septiembre, sobre un pequeño follaje de un verde muy brillante con reflejos cenicientos. Este subarbusto resistente en un suelo bien drenante forma  un cubresuelo persistente muy bonito para las zonas muy soleadas del jardín, como la rocalla o la parte superior de un muro. Es una buena planta para un jardín seco o mineral.

Perteneciente a la familia de las cistáceas, el Girasol perenne 'Ben Fhada' es uno de los híbridos hortícolas de la serie 'Ben', resultado del cruce entre el Helianthemum apenninum, originario del sur de Europa, y el H. mummularium, extendido en Europa y Turquía. Este híbrido vio la luz en Escocia. Al igual que sus antepasados, 'Ben Fhada' adora los suelos calcáreos, rocosos, arenosos y el sol. Forma un subarbusto de porte muy bajo, tapizante y denso, en un cojín de 20 cm de alto y 30 a 40 cm de ancho. Su follaje persistente está compuesto por hojas muy pequeñas y lineales, de un verde bastante claro, ligeramente brillante. Destaca por su  abundante y luminosa floración amarilla y naranja. De mayo-junio a agosto-septiembre, se cubre con una multitud de pequeñas flores de 2.5 cm de diámetro, en copas planas, de cinco pétalos, un poco arrugadas, adornadas con un ramillete de estambres dorados a anaranjados.

Helianthemum significa en griego "flor del sol", un nombre apropiado para estas flores que solo se abren en situaciones de fuerte exposición al sol. Sus florecillas finas y delicadas no duran mucho, pero se renuevan constantemente a veces hasta el otoño si el tiempo lo permite.

El Girasol perenne es la planta ideal para embellecer un jardín rocoso, un talud soleado, en cascada sobre un muro, en un pavimento... También se adapta muy bien al cultivo en macetas o jardineras para las terrazas. También se puede considerar para la formación de muros vegetales y techos vegetales. Asócielo con otras plantas de rocalla (Erigeron, Gypsophila, Hierba de San Juan del Monte Olimpo), pero también con plantas perennes como lavandas, iris de terreno seco, sedums o geranio perenne macrorrhizum. Sus flores se mezclan con mucha delicadeza con el follaje gris de los stachys, las Artemisa blanca enanas o las ballotas.