Heuchera Chantilly

La Heuchera villosa 'Chantilly' es un vigoroso planta cubresuelos que se reconoce por sus grandes hojas palmeadas de un verde brillante coronadas por altas panículas espumosas de color crema, a la vez ligeras y frondosas. Llena de frescura, persistente, fácil de combinar con otras plantas vivaces del jardín, esta planta sin pretensiones aporta un segundo aliento a los bordillos un poco descoloridos a finales del verano y privados de verdor en invierno. Cercana a la especie villosa, originaria de los Apalaches, también es una planta vivaz robusta y rústica que prospera en cualquier suelo drenado pero fresco, preferiblemente a media sombra.

La Heuchera 'Chantilly' pertenece a la familia de las Saxifragáceas. Se trata de un famoso descendiente de la Heuchera villosa, una especie rizomatosa que crece espontáneamente en las laderas rocosas sombreadas y húmedas de las montañas del Noreste de los Estados Unidos. 'Chantilly' es un cultivar vigoroso que se caracteriza por sus hojas de un verde brillante y su floración doble, blanco-crema.

La planta alcanzará en promedio 30-35 cm de altura (para el follaje) y 60 cm de ancho en 3-4 años. Esta Heuchera forma un bello macizo extendido en cojín. Su follaje persistente es el principal atractivo de esta planta: sus hojas son grandes, de hasta 15 cm de largo, redondeadas, con el limbo recortado en 5 a 7 lóbulos triangulares dentados en el borde, y recorridas por numerosas nervaduras oscuras. Su color varía de verde claro a intenso según su edad y exposición al sol. La floración de esta variedad es tardía, se desarrolla de agosto a octubre. Llena de encanto, toma la forma de numerosos tallos erectos de 50-60 cm de altura que emergen por encima del macizo de hojas. Cada larga vara floral velluda está terminada por una panícula llena de numerosas pequeñas campanitas dobles de color blanco-crema. Si tolera la sombra, la floración de esta planta será más generosa bajo el sol de la mañana.

La Heuchera Chantilly constituye un planta cubresuelos de una elegancia discreta pero innegable para las zonas de media sombra del jardín. Su follaje permanece decorativo durante todo el año y su floración aporta mucha ligereza a cualquier decoración. Combínela, por ejemplo, con las floraciones azules de los nomeolvides, Omphalodes verna, Bordillos, ajugas, aquilegias, campanillas, o con las hierbas del Japón (Hakonechloa), siempre lejos del ardor del sol. Su combinación con los hemerocallis permite jugar con el contraste de texturas, que se expresa más allá del período de floración. Plantada en masa, formará un bordillo absolutamente encantador a lo largo de un camino expuesto al este. En una rocalla fresca y sombreada, acompañará a las tiarellas y heucherellas y a los Asarum, por ejemplo.