Hosta fortunei Gold Standard

Las hojas doradas bordeadas de verde de la Hosta fortunei Gold Standard son cordiformes profundamente nervuradas y miden en promedio 18 cm. Esta variedad se extiende sobre 1m de ancho, lo que la convierte en una excelente vivácea estructurante. De julio a agosto, una serie de largos bohordos florales que sobresalen ampliamente del follaje acogen un racimo terminal de flores lavanda ligeramente pendientes de 2 a 3 cm. Las Hostas aprecian los suelos limosos ricos, incluso pesados y arcillosos siempre que permanezcan ligeramente húmedos. Si se sienten a gusto, permanecerán años en su lugar sin exigir cuidados especiales.

Las Hostas son plantas vivaces herbáceas de follaje caduco. Difieren en tamaño, textura y color. Originarias del este de Asia, fueron inicialmente traídas de Japón y luego de Corea. Pero también se encuentran estas Liliáceas en el norte de China y el este de Siberia. También se les conoce comúnmente como Hosta o Hermosa debido a su follaje.

Combine la Hosta Gold Standard con el oro del Geranio vivaz phaeum Margaret Wilson, el Ajo de oso, el rosa antiguo de los Digitales mertonensis o incluso con las frondas púrpuras del helecho Athyrium niponicum Pictum. Todos son muy efectivos como repelentes de babosas. Las Lobelia speciosa Russian Princess, las Brunnera macrophylla Mr Morse alquemilas familiares de los sotobosques serán una excelente compañía. También piense en las Coralitos y su formidable paleta de colores, o en las delicadas flores de elfo (Epidémiums). De esta manera, embellecerá las áreas sombrías y un poco húmedas del jardín creando un agradable refugio fresco para el verano. Las Hostas también se sienten bien en macetas que se deben colocar a media sombra y regar con mucha regularidad.

A tener en cuenta: cuanto más claras sean las hojas de las hostas, menos temerán la luz del sol. Las hojas oscuras, especialmente las azules, son más sensibles y el calor les hace perder la capa cerosa responsable del color. Unas horas de sol al día, incluso parcial, son más que suficientes para estas plantas de penumbra más que de sombra. De hecho, sin un mínimo de sol, no florecerán. Reconozcamos que sería privarse de flores magníficas. Así que queda encontrar un armonioso compromiso entre la claridad y la oscuridad.