Hosta White Trumpets

La Hosta 'White Trumpets' es una variedad que se distingue por su pequeño mechón de hojas lanceoladas de un verde claro brillante y una abundante floración estival de blanco puro, ¡poco común en las hostas! Se trata de una mutación de H. sieboldii, de crecimiento moderado que se debe plantar en un lugar luminoso, preferiblemente expuesto al sol de la mañana, en un suelo fresco, rico y húmedo. ¡Plantar en grupos grandes en el borde del sotobosque para disfrutar al máximo de sus flores luminosas!

La Hosta, también conocida como Funkia, es una planta perenne caducifolia muy resistente, que emite su mechón frondoso decorativo cada primavera para embellecer la penumbra hasta la llegada del invierno. Pertenece a la familia de las asparagáceas. De crecimiento moderado, la Hosta 'White Trumpets' forma un mata tupida compacta, alcanzando 40 cm de altura por 50 cm de envergadura. Es una planta de buena longevidad que lleva hojas pequeñas bastante finas, lanceoladas, bastante lisas, poco nervadas de 15 cm de largo y 5 cm de ancho. Del centro de su follaje claro emergen de julio a agosto, numerosas bohordos florales erguidas, portando racimos de flores blancas puras en forma de campana, poco perfumadas.

A las hostas les gustan los suelos frescos, drenados y ricos, temiendo absolutamente la sequía y las exposiciones ardientes. Es imprescindible evitar una ubicación iluminada por el sol de la tarde o el sol demasiado directo, ya que pueden quemar las hojas de estas plantas perennes. En regiones más cálidas y secas, se recomienda un mantillo grueso. Las Hostas, con su follaje generoso y decorativo, son perfectas en plantas cubresuelos, bordillos o en masas semisombreadas o sombreadas, donde otras plantas tienen dificultades para crecer. De hecho, les gustan los lugares protegidos y frescos como los sotobosques. Las variedades con follaje azulado y verde soportan mejor la sombra densa. El sol tiende a hacer que los colores azules se tornen verdes. Los follajes más claros prosperan a media sombra donde su colorido se transforma y se aclara con la intensificación de la luz solar. En general, una exposición al sol de la mañana permite un desarrollo óptimo de estas plantas perennes y las hace también más floríferas. Los gasterópodos (caracoles y babosas) son particularmente aficionados a estas plantas carnosas, por lo que las hibridaciones contemporáneas buscan crear hostas cada vez más resistentes a sus ataques. Para las variedades con hojas menos coriáceas, se recomienda un mantillo de cáñamo o un acolchado mineral tipo grava que disuadirá a estos depredadores. Es importante saber que las ranas y los erizos son sus depredadores naturales, por lo que su presencia es favorable para el equilibrio faunístico del jardín.

Asócielas en masas, con otras hostas, helechos, delphiniums, sceau de salomon y otras plantas perennes cubresuelos más bajas como bugles rastreros, geranios, lamios. Todos son muy eficaces como repelentes de caracoles. Las Brunnera macrophylla Mr Morse plateadas, familiares de los sotobosques, serán una excelente compañía. Piense también en las Heucheras y su formidable paleta de colores, o en las delicadas flores de los elfos (Epidendros). El follaje dorado contrasta maravillosamente con sus tonos rojos y anaranjados. De esta manera, embellecerá las partes sombreadas y un poco húmedas del jardín creando un agradable refugio de frescura para el verano. Las Hostas también se desarrollan bien en macetas que se deben exponer a la media sombra y regar con regularidad. Las Hostas combinan maravillosamente bien con los bulbos de primavera que aparecen a finales de la primavera, ¡en el momento adecuado para cubrir las plantas marchitas con su generoso follaje! Alrededor de un estanque, plántelas con persicarias, carex y astilbes. Los follajes azulados se armonizan perfectamente con los follajes rojos y morados de los arces japoneses, así como con los follajes amarillo dorado de los Hakonechloas y las heucheras.

A saber: La mayoría de las especies comunes en los jardines occidentales han sido introducidas desde Japón. Comestibles, las hostas son llamadas urui en Japón, donde son consumidas habitualmente.