Iberis sempervirens Pink Ice

El Carraspique (Iberis sempervirens 'Pink Ice') es una pequeña planta vivaz compacta de crecimiento tapizante que se adapta perfectamente a las rocallas, bordes de macizos, e incluso a jardineras. Su follaje, "siempre verde", como indica su nombre, da la bienvenida desde el mes de abril a múltiples flores rosadas en pequeños racimos redondos que atraen a los insectos libadores. Se conforma con un suelo pobre e incluso calcáreo, soporta la sequía una vez establecida. Resistente, no requiere mantenimiento y aguanta las heladas (-15°C).

El Iberis sempervirens, también conocido como Carraspique, es un subarbusto originario de las regiones mediterráneas. Por lo tanto, soporta el calor y la sequía (una vez bien establecido) y prefiere suelos bien drenados. Su follaje está compuesto por numerosas hojas pequeñas y oblongas, de apenas 2 cm, de color verde oscuro y persistentes. Estas hojas están sostenidas por tallos leñosos que forman una mata densa de 25 cm de altura y se extiende al menos unos 30 cm. Los cojines de 'Pink Ice', presentes durante todo el año, se cubren en primavera de inflorescencias en racimos compactos de 5 cm de largo. Están formadas por diminutas flores de cuatro pétalos en un rosa muy suave que animan el jardín con el ajetreo de los insectos libadores. Posteriormente dan paso a las floraciones estivales a partir del mes de junio. En ese momento, puede eliminar las flores marchitas y podar la mata para mantener una forma de cojín.

Para crear bonitos tapices florales desde principios de primavera, el Iberis sempervirens 'Pink Ice' es indispensable. Convive entonces con las Aubrietas, Arabis, Cerastium y Flox musgoso en los bordes de los caminos, terrazas, resaltando la parte delantera de los macizos y complementando la gama de colores de cada uno. También encuentra su lugar en composiciones en macetas y se combina con bulbos de primavera en tonos pastel: la Jacinto China Pink y los Tulipanes de la colección Harmonie Bruges.