Iris germanica Agrippa

El Iris germanica 'Agrippa' es una variedad de Lirio azul histórico, obtenida por Cayeux hacia 1936. Los cultivares antiguos vuelven a captar la atención de coleccionistas y jardineros debido a su vigor y a su floración grácil, tan alejada de las enormes corolas abullonadas de las variedades modernas. 'Agrippa' ofrece a la vista flores ligeras, globalmente bicolores, en una paleta de tonos cálidos. Posee todas las características de los iris diploides que aportan tanto encanto a los antiguos jardines: es una planta prolífica y sin exigencias.

El Iris 'Agrippa' es una planta vivaz rizomatosa que se desarrolla a partir de la primavera en matas elegantemente erguidas, con su follaje desapareciendo en invierno. Pertenece a la familia de las Iridáceas. Es uno de los numerosos cultivares obtenidos desde hace siglos, cuyo origen controvertido se debate en torno al número de cromosomas de los posibles ancestros. Se recuerda que los Lirios azules tienen orígenes europeos. Son plantas de suelos calizos ávidas de sol, cuyos rizomas deben 'cocer' en verano para poder florecer. Por lo general, se requiere un mínimo de 6 horas de sol al día.

'Agrippa' alcanzará entre 70 y 80 cm de altura en flor. Sus tallos florales son finos, poco ramificados, llevan algunos botones alargados y puntiagudos en forma de ogiva. Estos tallos son sensibles al viento y a la lluvia, al igual que las flores. La mata se extenderá sin límite teórico con el tiempo, los rizomas del centro se irán despejando en beneficio de los rizomas externos. El follaje está compuesto por hojas largas y anchas en forma de sable, de un verde algo glauco, recorridas por venas paralelas. Las flores, no muy grandes y de forma simple, se abren desde la parte superior hacia las ramificaciones más bajas. Los pétalos erectos son de color rosa amarillento cobrizo con borde ahumado orlado de rosa púrpura, sobresalen sobre sépalos estrechos rojo Burdeos a granate, más claros en el borde, estriados a nivel de los hombros. La barba es amarillo anaranjada, rodeada de rayas blancas. Floración de mediados de temporada, en mayo.

Para acompañar a los lirios, se elegirán las plantas a asociar según sus necesidades (exposición, suelo...), de su vegetación 'respetuosa' con los lirios (plantas bajas o follaje ligero) y su complementariedad decorativa (aspecto, fecha de floración). Por ejemplo, las Gauras harán poco sombra a los lirios y mantendrán al macizo de lirios desflorado un aspecto atractivo durante todo el verano. Las Eschscholzias se conformarán, al igual que los lirios, con un suelo seco en verano. Los geranios, las salvias y las Libertias acompañan también muy bien a los lirios. Taludes y bordes de restanques serán estabilizados por una plantación densa de antiguas variedades diploides que pueden permanecer en su lugar y requieren poco cuidado. Si el objetivo es más decorativo y el acceso para los cuidados es posible, se pueden elegir variedades más modernas, por ejemplo, intermedias que correrán menos riesgo que las grandes de verse literalmente tumbadas por el viento y la lluvia.

El huerto puede ser adornado con algunas matas o borduras de lirios, ya que también es el lugar clásico de la cultura familiar de flores para cortar.