Kniphofia Dingaan

Solo hablamos bien de lo que amamos, y desafortunadamente, amamos pocas variedades de kniphofia. Sin duda porque en el campo normando, un clon de Kniphofia uvaria campa a sus anchas en todos los jardines, y sus grandes espigas bicolores amarillo dorado y rojo carmesí nos dan náuseas.

Además, a diferencia de la mayoría de muchas otras, el diablo es de una rusticidad a toda prueba y una vez que ha encontrado el talud que le conviene, no teme ni a los suelos arcillosos ni a los inviernos brumosos de nuestras tierras, ¡y como si una desgracia nunca viniera sola... se siembra de manera natural por todas partes! Siempre tenemos algunos ejemplares a disposición de los valientes a quienes su color no les disgusta. Junto a este, hay especies y variedades muy hermosas, ya sean unicolores o bicolores, pero en tonos suaves, que no siempre son de cultivo tan fácil bajo nuestro clima húmedo y en tierra arcillosa.

Tocón muy robusto, que forma una enorme roseta de hojas lanceoladas, erguidas y flexibles, de las cuales brotan enormes bohordos florales que pueden alcanzar los 2 metros de altura, llevando en su cima hermosas inflorescencias afiladas de un amarillo pálido.