Lamium orvala Album - Ortiga menor

El Lamium orvala Album o Ortiga menor blanca posee numerosas ventajas. Su follaje generoso, cuya parte superior es particularmente gráfica, forma un hermoso mechón denso. Sus encantadoras flores, de un blanco brillante apenas sombreado por un rosa suave, contrastan con las hojas verdes en segundo plano. También es una planta vivaz rústica, poco exigente, que se conforma con un suelo ordinario, e incluso pobre, y se adapta a diferentes exposiciones.

Las raíces rizomatosas de la Ortiga menor son rastreras, no se hunden profundamente y no resultan invasivas. Se expanden solo para permitir que el tocón se desarrolle. De este último surgen tallos sólidos cubiertos de hojas, semipersistentes en ciertos climas. Sus láminas son ovales, ligeramente cordiformes y con bordes dentados. Son particularmente nervadas y abultadas, reflejando así la menor luz. No están lejos de las Ortigas, sus parientes. Pero no se preocupe por las picaduras, el Lamium orvala Album no es urticante.

Destacando claramente de este estuche verde, pequeñas flores (3 cm) aparecen de mayo a junio-julio, con un cáliz con dientes peludos que rodea el tubo de la corola. Esta última se extiende en dos labios con extremos festoneados, uno superior y otro inferior, formando así una abertura. De hecho, el nombre "Lamium" proviene del Griego y evoca una garganta o una boca abierta. Si se toma el tiempo de observarlas, podrá admirar su delicadeza y esta forma original. Esto le permitirá no considerar más a las Ortigas como carentes de interés, ya que poseen las mismas flores.

El tamaño medio (50 cm de alto por 30 cm de ancho) del Lamium orvala Album le permite deslizarse sin dificultad en cualquier lugar, ofreciéndonos así su abundante follaje. Imprescindible en un conjunto verde y blanco, se armoniza perfectamente con las Anémonas del Japón, el Cornejo, y sucede a las Helléboras. También se integra perfectamente en una composición de follajes variados, junto a las Heucheras, las Pulmonarias y los Geranios vivaces. Se colocará entonces en el frente de los grandes macizos o a los pies de los arbustos.