Lavanda angustifolia Bleu de Gien

La Lavandula angustifolia 'Bleu de Gien' es una nueva variedad de lavanda fina o lavanda verdadera que destaca por su floración estival especialmente larga y su excelente comportamiento invernal en nuestras regiones alejadas del Mediterráneo. En verano, presenta durante casi tres meses múltiples espigas bien provistas, con un perfume envolvente, de un azul violáceo profundo pero luminoso, que atrae la mirada. La planta también seduce por su pequeño follaje persistente gris-verde que permanece impecable en invierno. Esta lavanda de tamaño moderado es ideal en segundo plano de un macizo o en una rocalla. En el jardín o en una maceta, se sentirá a gusto en un suelo bien drenado, no muy rico, a pleno sol.

La Lavandula angustifolia, llamada a veces Lavanda 'verdadera' o también Lavanda de hojas estrechas, es un subarbusto de la familia de las Lamiáceas, pariente de las salvias, tomillos y romeros. Esta especie más bien montañosa se encuentra en suelos calcáreos y pedregosos de las regiones del sur de Francia, en particular en Provenza. La variedad 'Bleu de Gien', seleccionada recientemente en Francia cerca de Gien, forma un arbusto de pequeño tamaño de 40 cm en todas direcciones, de porte flexible, denso y erguido, en un mechón redondeado. Su follaje decorativo persiste en invierno, no se mancha con el frío húmedo. Está compuesto por hojas aromáticas al aplastarlas, estrechas, con bordes enrollados, de un hermoso color verde grisáceo. De junio a agosto, esta lavanda se cubre de flores muy coloridas, muy perfumadas y melíferas, llevadas por espigas cilíndricas, en la punta de delgados tallos leñosos y foliados. Son en realidad los cálices coloridos, que rodean las flores, los que influyen en la percepción del color de la inflorescencia vista desde lejos. En 'Bleu de Gien', el color luminoso de las espigas es intermedio entre el azul y el violeta intenso. 

Esta lavanda 'Bleu de Gien' es una variedad rústica, pero necesita, como la mayoría de las lavandas, ser plantada a pleno sol en un suelo drenante (incluso pedregoso), en un macizo ligeramente elevado, en una pendiente o en una rocalla. En una situación soleada y cálida, su follaje será más brillante y sus flores exhalarán un perfume intenso. Planta ornamental y mediterránea por excelencia, la lavanda puede utilizarse en macizo, aislada, bordillo, rocalla, maceta, borde marítimo e incluso en un seto bajo florido.

Para imitar la naturaleza, podemos inspirarnos en un paisaje que encontramos en las colinas del sur de Francia, asociando la lavanda 'Bleu de Gien' con pequeñas gramíneas como Stipa pennata o Stipa tenuifolia, que, por su porte despeinado, contrastarán con su forma redondeada. También quedará maravillosa asociada con onagros, linos vivaces, astrágalos, euforbias o arbustos oscuros. Su asociación con los rosales rosados (The Fairy, Eglantyne...) es perfecta. También se pueden crear macetas muy bonitas para colocar en la terraza o en un balcón. Es posible también combinar varias variedades de lavandas juntas, creando así una composición elegante, tanto por la variedad de colores de las flores y del follaje, como por el tamaño y volumen de las plantas. 

Propiedades: La lavanda fina, siendo una planta muy melífera, contribuye a la salvaguarda de las abejas : el néctar de su flor atrae a las abejas, que lo convierten en una de las mieles más reputadas. En Provenza se destila la planta para obtener un aceite esencial muy buscado en perfumería y aromaterapia. Sus numerosas virtudes terapéuticas siguen siendo muy utilizadas : su aceite esencial tiene propiedades antisépticas, antiespasmódicas, cicatrizantes, depurativas, diuréticas, entre otras.…