Lavanda Richard Gray

La Lavandula (x) chaytorae 'Richard Gray' es una de las lavandas híbridas más compactas pero también una de las más bellas en el jardín. Formando un cojín que permanece bien denso incluso a una edad avanzada, envejece mucho mejor que la mayoría de las variedades, ofreciendo en verano un interesante contraste entre su follaje lanoso de un plateado muy claro, y unas espigas de un magnífico violeta profundo. Es un subarbusto persistente indispensable en suelos secos o pedregosos, drenados, con una exposición muy soleada.

 El género Lavandula pertenece a la familia de las lamiáceas.  Este híbrido es parte de una serie obtenida a mediados de los años 1980 en el Real Jardín Botánico de Kew (Inglaterra) fácil de instalar en el jardín seco, y tolera bien el calizo. L. x chaytorae, también conocida como lavanda gris, heredó la robustez de la lavanda fina (L.angustifolia) y el maravilloso follaje plateado de la lavanda lanosa (L.lanata). La variedad 'Richard Gray' forma un bonito cojín redondo, con una vegetación densa, alcanzando 40 a 50 cm en flor, 20 a 30 cm para el follaje, y un diámetro de 40 a 50 cm. Sus hojas persistentes son estrechas, particularmente lanosas y plateadas. Son aún más claras cuando el suelo es seco y el clima cálido. Por otro lado, en clima fresco, lo que la planta gana en follaje y robustez, lo pierde en intensidad de color y perfume. Esta variedad presenta una floración estival que dura dos meses, de junio a agosto, según el clima. Cortos y delgados tallos emergen por encima de la bola de follaje, llevando bellas espigas violeta intenso, muy melíferas.

Para los "norteños" que somos, la lavanda es sinónimo de vacaciones. Evoca el sol, el canto de las cigarras, las laderas áridas y perfumadas de la región de Forcalquier, y es un pedazo de esa atmósfera que intentamos capturar en nuestros jardines húmedos. Los usos de las lavandas son numerosos y variados. En la naturaleza, estas plantas siempre viven en medios pobres y pedregosos, secos, perfectamente drenados, y sufren los largos veranos áridos característicos del clima mediterráneo. Es natural que encuentren su lugar en la rocalla junto a jaras, romeros rastreros, heliantemos, artemisas y sedums. Se pueden crear macizos en grandes taludes drenados, plantando diferentes variedades de lavandas, cuyos volúmenes, floraciones, follajes crearán tantos ondulaciones. Se pueden mezclar vivaces de terreno seco con floraciones vivas o suaves que puntuarán el paisaje: Epilobium canum 'Western Hills', Salvia jamensis, gaillardias y Hesperaloe parviflora y sus espigas rojas añadiendo un Ipomea althaeoides, una campanita morada de Provenza que correrá por todas partes entre y dentro de los cojines sin sofocarlos. Un borde de lavandines será más bonito sobresaliendo de un muro, con a sus pies aubrietias por ejemplo.