Lewisia cotyledon Mix

La Lewisia cotyledon, también conocida como Carpe del Siskiyou, es una pequeña planta vivaz alpina persistente originaria de las Montañas Rocosas de América del Norte. Se trata de una planta de bordillos encantadora que florece abundantemente en primavera, y una buena parte del verano. De una mata de hojas coriáceas y carnosas, dispuestas en roseta, se elevan ramos de pequeñas flores en forma de estrella con colores muy vivos, rosa púrpura, rosas, a veces blancas, crema, amarillas, anaranjadas o albaricoque según las plantas. Solo temen la humedad estancada de nuestros inviernos alrededor de sus raíces pivotantes dotadas de un extraño poder de supervivencia. Plantar en primavera, en un suelo muy drenado, al sol o a media sombra en clima cálido.

Las Lewisias son plantas de la familia de las portulacáceas recientemente reclasificadas en la de las montiacáceas. Todas ellas son originarias de las Montañas Rocosas y fueron descubiertas a principios del siglo XIX. Crecen en pequeñas poblaciones aisladas en grietas rocosas o en pedregales. La Lewisia cotyledon es una planta vivaz alpina persistente, sin tallo, suculenta con un cáudice y un sistema de raíces rojizo fusiforme, ramificado y pivotante. Se hibrida y se resiembra fácilmente en terrenos pedregosos. Nuestra selección reúne algunas formas magníficas con colores muy vivos o muy suaves. Estas plantas presentan un porte en mata un poco suelto de 25 cm en todos los sentidos, compuesto por hojas suculentas glaucas, verde oscuro enrojeciendo con el frío. Las hojas miden de 5 a 15 cm de largo, son estrechas, en forma de lengüeta espatulada. La floración tiene lugar en primavera, de marzo a junio-julio, dependiendo del clima. Las flores, de unos 3 cm de diámetro, se presentan como corolas estrelladas de 7 a 12 pétalos brillantes, ligeramente festoneados, en diversos colores. Están agrupadas en corimbos y se cierran por la noche.

Pequeña planta de Carpe encantadora, la Lewisia cotyledon atrae la mirada por su profusión de flores a la vez muy finas y vivamente coloreadas, que parecen 'injertadas' en las piedras. En bordillos, en macetas en un balcón, o colocada en lo alto de un muro, es fácil encontrar un lugar destacado para esta pequeña maravilla, resguardada de la humedad invernal.

Las Lewisias también son llamadas 'Bitter root', porque sus raíces comestibles recubiertas de una piel amarga eran tradicionalmente recolectadas por las tribus autóctonas para ser consumidas una vez peladas y cocidas, asadas o secadas y servían incluso como moneda de cambio. Se cuenta que la planta guardada en seco durante cinco años es capaz de resucitar para producir, desde el verano siguiente, espléndidas flores. Al menos, esa es la aventura que vivió un botánico londinense bastante curioso.