Ligularia hodgsonii

La Ligularia hodgsonii se diferencia de otras ligulárias por tener un foliaje redondeado con base cordada, de un verde medio brillante. Es una alta vivácea que forma un denso manojo de bonitas hojas cubrientes. En verano, ramilletes de numerosos pequeños capítulos amarillo anaranjado con corazón marrón rojizo sobresalen sobre el follaje. Poco exigente y muy rústica, esta ligularia solo requiere de una buena tierra de jardín siempre fresca ¡Su forma compacta y su preferencia por la sombra y el agua la convierten en una planta ideal para resaltar los bordes de charcas y para formar un cubresuelos exuberante en el borde de bosques o a lo largo de una pared sombreada.

La Ligularia hodgsonii es una vivaz originaria de Japón y Rusia, perteneciente a la gran familia de las Asteráceas. Se encuentra comúnmente en praderas húmedas, bordes de bosques y a lo largo de las orillas de cursos de agua. Esta vivaz forma en primavera un denso y compacto mechón que alcanza los 90 cm de altura y  60 cm de ancho. Las hojas son de tamaño mediano, de aproximadamente 8 a 12 cm de largo y se sostienen en un largo pedúnculo. Son redondeadas, cordiformes en la base, con bordes dentados. De julio a septiembre >florece en corimbos compuestos por numerosos capítulos, a los que llamamos flores que parecen ramos sueltos. Cada capítulo, pequeño de 3 a 5 cm, está compuesto por una fila de ligulas de un amarillo anaranjado vivo, muy luminoso, organizadas en un collar alrededor de un disco central marrón rojizo. Estalla en lo alto de altos tallos verdes y ramificados, desde un botón de color naranja mandarina. Sus inflorescencias son sostenidas por pecíolos marcados de violeta en la base. La vegetación de la ligularia desaparece en invierno y vuelve a desarrollarse en primavera.

Plante la Ligularia hogsonii en suelo húmedo, rico, profundo, neutro. Esta planta no tolera la falta de agua y se adapta muy bien a suelos arcillosos, si están sanos y bien enmendados. La ligularia se planta en grupo de 3 a 6 ejemplares o aislada, por ejemplo en bordillos de charcas o en zonas muy húmedas del jardín. En parterres y camas, combínela con otras plantas de flores de tonos cálidos como crocosmias, cannas, dalias, rosas y rudbeckias. A veces se naturaliza donde el suelo está permanentemente húmedo, protegido de los rayos abrasadores del sol. Es una buena planta para embellecer una zona sombreada, en la cara norte de la casa. También forma un cubresuelos exuberante en bordes de senderos o en lindes semisombreadas.