Lysimachia clethroides

La Lysimachia clethroides también se conoce como Lisimaquia de China debido a sus orígenes, o también como Lisimaquia cuello de cisne, un hermoso nombre que celebra la gracia de sus inflorescencias blancas en forma de espigas curvadas. Esta especie botánica florece en el corazón del verano, justo encima de un hermoso follaje que se tornará naranja y rojo en otoño. Es una vivaz muy resistente con rizomas rastreros, que se extiende rápidamente en suelos frescos a húmedos, al sol o a media sombra. Es ideal para vegetar terrenos pesados y húmedos, o las orillas soleadas. Reserve espacio para acoger a esta lisimaquia que puede volverse invasiva.

La lisimaquia de China pertenece a la familia de las primuláceas. Es originaria de lugares húmedos de Japón y China. Esta planta vivaz herbácea posee un fino rizoma subterráneo de color rojizo y textura fibrosa, capaz de extenderse rápidamente a lo largo de grandes distancias. De crecimiento rápido, esta especie duplica su tamaño en 2 años en condiciones favorables. La planta desarrolla a partir de la primavera un amplio manojo de tallos foliados bien rectos, de aspecto muy regular, que se elevan a 60-70 cm del suelo. Las hojas están dispuestas de forma opuesta en los tallos. Son de forma lanceolada y miden de 6 a 11 cm de largo. Su color es verde claro y vibrante hasta finales de verano, luego se tornan rojas y anaranjadas en otoño, antes de desaparecer en invierno. La floración tiene lugar de julio a septiembre, dependiendo del clima, y puede durar varias semanas. En el extremo de los tallos foliados aparecen espigas de flores muy originales. Están compuestas por pequeñas flores simples y blancas de aproximadamente 1 cm, apretadas en una espiga curva, gruesa en la base y que se estrecha en su extremo. En un gran macizo, estas inflorescencias, regularmente espaciadas y todas dirigidas en la misma dirección, crean un patrón inusual, con un diseño singular. La vegetación aérea de esta planta, caducifolia, desaparece en invierno.

Esta vigorosa lisimaquia será perfecta para ocupar zonas húmedas, al sol o a media sombra. Sin embargo, es una competidora temible para sus vecinas: déjele un gran macizo o la orilla de un punto de agua. No obstante, es posible limitar su expansión mediante un geotextil o una barrera anti-rizomas, lo que permitirá asociarla con reinas de los prados, rodgersias, pulmonarias, ruibarbo ornamental, iris de Siberia, hemerocallis botánicas (faux o citrino), Veronicastrum, renuevos amplexicaule... plantas vigorosas que aprecian los mismos ambientes y que permitirán componer macizos exuberantes en suelos que se mantienen frescos en verano.