Alcea Crème de Cassis

El Althéa rosea Crème de Cassis es una variedad de rosa de Siria con una floración deliciosamente afrutada, menos alta que las variedades 'Chater's', por ejemplo. Sus espigas florales están generosamente adornadas con flores caprichosas, simples o dobles, de color sorbete de grosella negra, casi blancas en el borde, revelando a veces su pequeño corazón amarillo pálido. Esta planta vivaz, a menudo cultivada como bienal, emblemática de los jardines de cottage ingleses, es maravillosa en la parte trasera de los macizos, o para cubrir los muros de un jardín cerrado. Ofrézcale sol, un suelo drenado no demasiado seco, y resguardo de un muro, o un entorno de arbustos bajos para proteger sus columnas de flores de los vientos fuertes. Esta variedad, a menudo ofrecida en semillas, se resiembra bastante fielmente en el jardín. ¡Es una de las flores más bellas del verano!

La rosa de Siria también es conocida como Althaea rosea, y sus nombres vernáculos adoptan todos los acentos de nuestras regiones: se le llama así Malva real, Rosa de palo, Rosa papal o primavera. De la familia de las Malváceas, es originaria de Asia Menor y a menudo se naturaliza en jardines algo salvajes, en tierras sin cultivo, montones de tierra. Planta de suelos calizos y a veces pedregosos, la rosa de Siria es tolerante y fácil de cultivar en todas partes. Su raíz pivotante no aprecia ser perturbada: elija cuidadosamente su ubicación y no la moleste más.

'Crème de Cassis' es una variedad mejorada de esta planta silvestre. Es una planta erguida, generalmente no ramificada, que puede alcanzar una altura de 1,50 m a 1,80 m en floración. Forma una roseta de hojas redondeadas con 5 o 7 lóbulos, de donde emerge una vara floral robusta, cuyo crecimiento es muy rápido. Esta inflorescencia en espigas se cubre de grandes yemas que se abren escalonadamente de junio-julio a agosto-septiembre, y de abajo hacia arriba, en grandes flores efímeras con corolas simples a dobles en el mismo tallo, cuya textura recuerda al crepé. Lucen un encantador tono generalmente bicolor, con los pétalos exteriores palideciendo rápidamente a un rosa-malva muy claro. Durante todo este período atraerán abejas y mariposas a su jardín. La floración da paso a numerosos frutos llenos de semillas que se auto-siembra en zonas inesperadas que ella elige: al pie de los muros, en suelos pobres y pedregosos, grietas en los muros, etc...

Muy común en jardines abandonados o en tierras sin cultivo de nuestras zonas rurales, la Rosa de Siria suele ser cultivada en fondo de macizo o apoyada en un muro que la protege de vientos fuertes. El color fresco de esta selección le permitirá hacer magníficas combinaciones con plantas vivaces de floraciones ligeras como los gauras, salvia, campanillas, bergamotas silvestres, malvas híbridas, o el lirio real por su fragancia, todas son plantas fáciles de cultivar en la mayoría de nuestros jardines. La rosa de Siria es una planta comestible, los botones florales se pueden consumir crudos en ensalada y las hojas jóvenes crudas o cocidas.

La rosa de Siria es a la vez ornamental y medicinal. De sus semillas se extrae un aceite con propiedades secantes. Rica en mucílagos, tiene propiedades suavizantes, emolientes, expectorantes, laxantes y aperitivas, atenuadas en comparación con las de su prima la Malvavisco de los herbolarios (Althea officinalis).