Achillea filipendulina Helios - Aquilea amarilla

La Artemisa blanca 'Helios' es una artemisa blanca de tamaño medio, que produce numerosas flores de un amarillo dorado suave de julio a septiembre. A lo largo del verano, desafiando el calor, sus inflorescencias en umbelas planas sobresalen de un hermoso manojo de hojas delicadamente cortadas de un verde plateado. Vigorosa y resistente, esta planta vivaz ahorradora de agua es magnífica en un jardín silvestre pero también en ramos frescos o secos. Basta con ofrecerle un suelo drenado, fresco o incluso seco en verano, y una exposición muy soleada o incluso algo sombreada.

La Artemisa blanca, también conocida como artemisa filipendula o eupatorio, es una planta vivaz rizomatosa perteneciente a la familia de las asteráceas. Su área de distribución se extiende por una amplia zona del centro y suroeste de Asia (Kazajistán, Afganistán, Pakistán, Irán, Irak, Turquía, Cáucaso). Esta especie muy adaptable también se ha naturalizado en Europa y América del Norte.

El cultivar 'Helios' es una vivaz de larga vida, obtenida por Pagels. Alcanza rápidamente los 70 cm de altura en floración, extendiéndose hasta 50 cm. La inflorescencia es un corimbo ligeramente abombado. La floración, abundante y muy nectarífera, se extiende de julio a septiembre. Las flores son en realidad complejos capítulos, compuestos por diminutos corimbos globulares yuxtapuestos unos junto a otros, dándole un aspecto grumoso en conjunto. Estos capítulos, que aparecen en la cima de tallos muy rígidos, son de un amarillo dorado suave. Las flores dan lugar a frutos llamados aquenios. El tallo es anguloso, estriado y velloso. El follaje es persistente o semipersistente según los climas, rugoso y pubescente, aromático e intensamente cortado en finas tiras. Las hojas son bipennatilobuladas, plumosas y originan su nombre común de artemisa "de hojas de helecho", de un color verde algo grisáceo.

Todas las artemisas aman el sol y poseen una excelente rusticidad. La Artemisa 'Helios' se integrará bien en un macizo campestre, una gran rocalla, o en una ladera que ayudará a fijar y proteger de la erosión. Se combina bien con vivaces soleados, así como con flores rojas o azules brillantes que se encuentran en las chispas, campanillas, ásteres, rosales tapizantes y delphiniums vivaces. El plateado de su follaje resalta más en compañía de plantas de colores oscuros y dorados como los cotinus del tipo 'Lilla', las stipas, las heucheras. En suelo seco, se combinará con equináceas, verbena de la Patagonia, salvias arbustivas, gauras, caryopteris o incluso la artemisa 'Valerie Finnis' y los cardos grandes. Una vez bien establecida, es una planta muy resistente a la sequía, lo que permite combinarla con lavandas, cistus y romeros en suelos pedregosos. El acento horizontal de sus grandes inflorescencias planas contrasta maravillosamente con plantas más delgadas y altas como los perovskias y con las grandes flores en estrella de las hemerocallis.

Según Plinio, naturalista romano del primer siglo después de Cristo, su nombre proviene de Aquiles, héroe de la mitología griega, quien lo utilizó para curar heridas. Aquiles habría descubierto el poder cicatrizante de esta planta durante la guerra de Troya, cuando trató una herida siguiendo el consejo de Venus.
De hecho, la planta tiene propiedades medicinales reconocidas: es hemostática, las hojas son cicatrizantes y las flores tienen una acción estimulante, tónica y, en alta concentración, febrífuga. Sus brotes jóvenes se pueden usar en tortillas o ensaladas.